Por Justiniano Riveros
CONCEPCIÓN
Fermina Giménez, de 54 años de edad, vive encadenada hace 18 años en una precaria choza de la comunidad de San Antonio, distante a 13 kilómetros de Concepción.
La mujer sufre de graves trastornos mentales y tiene reacciones agresivas, según sus familiares, quienes por falta de recursos no pueden conseguir la asistencia de un profesional especializado para atender el caso.
Según su hermana, Francisca, esta situación se inició en octubre del año mencionado cuando comenzó a mostrar signos graves del mal que le aqueja. Aunque en un comienzo la enferma fue atendida por el finado doctor Julián Acevedo, hasta ahora no se ha podido recuperar, indicó.
“No tenemos capacidad económica para que ella sea sometida a un tratamiento con profesionales siquiatras”, señaló Francisca Giménez.
Añadió que en reiteradas oportunidades pidió apoyo a las autoridades departamentales, a fin de obtener fondos para el tratamiento de su hermana, pero no tuvo los resultados esperados.
SITUACIÓN. Francisca recordó que su hermana era una mujer muy trabajadora. “No sé qué pasó después, pero a partir de octubre de 1989 ella empezó a cambiar y a actuar de manera rara. Empezó a perder la razón. A partir de ese momento la tuvimos que cuidar mi madre y yo, pero ella es muy agresiva y es por ello que la encadenamos”, afirmó.
La condición en que vive Fermina Giménez es infrahumana, aunque no le faltan alimentación ni cuidado.
“La cuidamos dentro de nuestras posibilidades, pero ella no merece estar así, ella puede estar mejor, quizá con ayuda podamos mejorar su situación”, expresó Francisca.
Rosa Rojas, delegada de la Defensoría del Pueblo, pidió a la fiscalía su intermediación para que la mujer sea derivada a algún centro especializado.