10 nov. 2025

Una mezcla de alivio, emoción y esperanzas

Dosis de esperanzas trajeron las vacunaciones para, por fin, acabar con esta pesadilla que privó a muchas familias de besos, abrazos, reuniones y mucho afecto.

Felicidad y alivio total sienten las personas que tienen a todos sus familiares inmunizados, ya que da la oportunidad de encontrarse de nuevo luego de más de un año de pandemia.

Vacunarse es un acto de amor

Carlos Pampliega Turcott no oculta su felicidad y agradece a Dios porque sus padres y abuela ya se encuentran inmunizados con las dos dosis de las vacunas contra el Covid-19, además mencionó que él junto a sus hermanos y esposa ya fueron inoculados con la primera dosis.

“Pasamos mucho tiempo sin vernos entonces ahora que ya estamos vacunados tenemos la oportunidad de encontrarnos más”, comenta Pampliega.

Por su puesto que esos encuentros se darán sin bajar la guardia, con todos los cuidados correspondientes pero con mayor tranquilidad. “Eso ayuda mucho a sentirnos mejor”, añade.

Pampliega no pierde la esperanza de que todo esto acabe pronto para poder vivir con mayor normalidad y espera que todas las personas se animen a vacunarse ya que esta es la única forma de hacerle frente a la pandemia. Además espera que el Gobierno cumpla con la provisión de vacunas para que la gente pueda seguir acudiendo en los centros vacunatorios. “En la medida que más personas se vacunen vamos a alcanzar más rápido la inmunidad que necesitamos, somos un país con pocos habitantes por lo que podemos alcanzar rápidamente la inmunidad necesaria”, prosigue.

Para finalizar agrega que: “Vacunarse es un acto de amor propio y a los seres queridos, ya que vacunándose uno protege a su familia y a las personas que les rodean como así también es un compromiso y deber cívico que tenemos que cumplir todos los paraguayos en función al bienestar general de la sociedad”.

Las vacunas, un renacer

Así expresó Norma Amarilla cuando sus padres fueron vacunados. “Para poder volver a comer en lo de mis papás sin miedo. Que ellos vuelvan a jugar con mi sobrinito sin miedo. Demasiado nos alegramos por la nueva oportunidad”, sostiene.

Luego de meses de zozobra el padre de Norma accedió en mayo a la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19.

“¡Lo que esperamos por este momento! No me olvido del Gobierno inoperante que tanto nos maltrató, del miedo que sentí en cada informe diario del Ministerio que daba las terroríficas estadísticas de la enfermedad, de la vez que yo tuve y no pude ver a quienes quería por tres semanas, no me olvido de lo mucho que me hizo aprender todo esto, pero hoy quiero permitirme ser feliz con esta esperanza”, escribió.

Ese mismo sentimiento expresó también cuando su madre tuvo la posibilidad.

“Con ojos llorosos de miedo y esperanza estuvimos las dos temblando al recibir su tarjetita que certifica que la distancia se va terminando, que los abrazos y besos se ven cerca de nuevo con mamita”, refiere.

Provacunación

Patricia Dos Santos no duda ni un segundo incentivar a todos a la vacunación. “Yo estoy re a favor de las vacunas”, menciona.

La empresaria comenta que, tanto ella, como su esposo, hijas y yernos ya fueron vacunados.

“Todos ya entramos en los rangos de edad y riesgos suficientes para vacunarnos”, expresa.

Dos Santos siente emoción, alivio y esperanza al saber que todos los miembros de su familia están inmunizados. De igual manera sigue con los protocolos sanitarios “como si no estuviera vacunada”.

“Querés que todos los demás también puedan estar vacunados”, es su deseo, agrega emocionada.

“En mi familia hay varios de alto riesgo, hipertensos, diabetes, tiroiditis, cirugías recientes”, cita la empresaria, por eso el alivio que siente es inmenso. Además menciona que en sus empresas incentivan a sus empleados a acudir a los centros de vacunación sin miedo, haciendo una difusión sobre las vacunas y con el acompañamiento correspondiente. “Les hacemos saber que nos importa que se vacunen”, concluye.

En el mundo las vacunas están trayendo esperanzas y emociones. En Paraguay familias enteras celebran con alegría la inmunización de sus miembros.