14 feb. 2025

“Una injusticia me hizo perder el abrazo de cada día de mi hijo”

Claudia Benítez fue imputada con Óscar David Finamore por el crimen de un amigo olimpista. Fueron absueltos tras cuatro años en prisión. Hoy recrimina el paupérrimo desempeño de la Fiscalía.

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Familia. Claudia (blusa blanca) aparece en una foto familiar, luego de abandonar la cárcel tras su absolución en el juicio.

Virgilio Cáceres
@VirgilioCceres
“Mi hijo está en España. Lo envié junto a su papá porque acá recibía amenazas, se fue cuando tenía 8 años y ahora tiene 11. Me falta mi otra mitad, una parte de mí se fue porque la Fiscalía nunca hizo su trabajo, me arrancó de los brazos a mi hijo”, lamentó Claudia Benítez, quien fue absuelta en un juicio por el crimen de un hincha olimpista que era su amigo, tras pasar cuatro años en prisión.
“Se hizo justicia, pero divina, porque la Fiscalía nunca hizo nada; mi familia y abogado hicieron más investigaciones que ellos. Demostramos que no tuve participación en el crimen y quiero que todo el país se entere de que soy inocente, necesito que se sepa, ya que no es fácil enfrentar esta situación”, comentó la joven absuelta de culpa y pena junto con Óscar David Finamore.
Ambos fueron imputados por homicidio doloso por la muerte del hincha Luis Florentín. La fiscala Marlene González no presentó pruebas contundentes en contra de los procesados y fueron declarados inocentes.
“Me estaba preparando de todas maneras para recibir una condena de cinco años como mínimo, a pesar de que tenía la consciencia tranquila. Pero sabemos cómo es la Justicia acá", recriminó.
“Si yo tuviera plata, te aseguro que iba a estar libre, en mi preliminar ya iba a salir, pero no, somos personas humildes, mi familia es trabajadora, siempre nos sacrificamos y por todo esto, no tenía motivos para asesinar a nadie y menos a mi amigo.
“Fui cuatro años a la cárcel, y prácticamente perdí todo. El tiempo ya no voy a recuperar, nadie me va a devolver nada, una injusticia me hizo perder el abrazo de cada día de mi hijo. Pero siempre tuve el apoyo de mis padres. Si no fuera por ellos, mi vida iba a ser más difícil de lo que fue”, contó, bastante emocionada, en medio de las felicitaciones que recibía en su casa en la jornada de ayer por parte de sus vecinos.
“No me recupero aún del daño sicológico que sufrí, no tuvieron en cuenta muchas cuestiones y me condenaron sin pruebas. Fui al Buen Pastor, caí en las drogas, porque estar ahí es terrible, no se pueden imaginar las injusticias que se cometen con muchas internas”, relató.
“Si no tenés el corazón fuerte, vas a caer fácilmente porque querés aferrarte a algo, olvidar y ocupar tu tiempo. Ahí te ofrecen de todo, vi caer a mucha gente buena en los vicios, pero a muchas ayudé", añadió.
La joven mencionó que en su propio barrio se siente extraña, tiene miedo porque recibe amenazas porque los allegados del fallecido prometieron hacer justicia por mano propia, aseguraron en todo momento, explicó.
“Le pido a la Fiscalía que haga su trabajo y que tome en serio los casos, lo mismo a la Policía, porque quise denunciar la amenaza, hoy (ayer) y nadie quiso llevar el caso a la Comisaría 4 metropolitana.
“Hoy parece que me siento más liberada y estoy asimilando lo que pasó. Fueron cuatro años de silencio, que mi familia no habló por el temor, por la presión, pero ahora es momento de hablar y de decir que Dios existe y que es un milagro divino lo que nos pasó", agradeció.

“Todo fue traído de los pelos, no tenía fundamentos”
“Se cometió una gran injusticia por cuatro años. Se basaron solo en indicios, no había pruebas contundentes, todo fue traído de los pelos; la fiscala no tenía argumentos”, explicó el abogado Osvaldo Aguiar, defensor legal de la joven Claudia Benítez.
“Los análisis de cruces de llamadas revelaron que ella nunca salió de la casa y que fue la víctima quien la llamó primero por teléfono para pedirle dinero”, indicó.
El letrado sostuvo que nuevamente creen en la Justicia tras la absolución de su cliente y criticó a la Fiscalía. “El Ministerio Público está mal, muy mal”, refiriéndose la actuación de la fiscala.
Por otro lado, recordó que un menor de edad fue condenado a 4 años en la misma causa y que también soportó dos juicios.
Consideró que los resultados del juicio en donde fue absuelta su defendida y un amigo pueden servir para luchar por la situación del menor que quedó encerrado tras la sentencia.

“Me aferré a Dios y al trabajo, vendía empanada, asado y estudié"
“Dios me guardó de algo al permitir que vaya presa, pensé mucho en esa posibilidad y siento que me salvó de algo, quizás de algo peor que estar encerrada”, reflexionó.
“Me aferré mucho a Dios y al trabajo, porque en la cárcel no hay nada para hacer, las chicas necesitan ocupar su tiempo en algo”, comentó Claudia.
“Tener una actividad diariamente puede sacar de la adicción a muchas. Yo desde que entré, empecé a trabajar, a vender empanadas, asado y le hice trabajar a muchas ahí adentro. Así les ayudé a salir adelante”, relató Claudia.
La joven contó que tiene siete títulos tras estudiar en la cárcel. Comentó que es chef, técnico en reparación de celulares, estudió manualidades, croché y otros cursos.