26 ago. 2025

Una década convulsionada por la tecnología y los liderazgos populistas

Redes sociales, Primavera Árabe, brexit y protestas en América Latina son puntos que marcan la década de 2010, iniciada con la visión de un mundo mejor, y acaba con el avance de líderes populistas.

Descontento popular. Protestas contra el Gobierno en la ciudad de Beirut, Líbano, son el reflejo de una década de malestar ciudadano hacia los políticos.

Descontento popular. Protestas contra el Gobierno en la ciudad de Beirut, Líbano, son el reflejo de una década de malestar ciudadano hacia los políticos.

Desde la Primavera Árabe a la sangría en Siria, de Obama a Trump, del terror de las calles de París al brexit y los estallidos sociales en América Latina, la década del 2010 comenzó con la esperanza de un mundo más equitativo y finaliza con un avance de los nacionalismos populistas.

EEUU comenzará la década de 2020 con Donald Trump en el Despacho Oval, como presidente de un país dividido por la discordia política, social y económica, y con un mandatario que enfrenta un juicio político.

Su mandato es un reflejo de su ascenso al poder: en 2016, a algunos les pareció impensable que un magnate de los bienes raíces devenido en estrella del reality show lideraría la economía más grande del mundo.

Tras vencer a la demócrata Hillary Clinton, Trump sucedió a Barack Obama, el primer presidente negro de la historia de EEUU. Escéptico del cambio climático, proteccionista y duro con la inmigración, Trump quebró con la tradición y dirige la Casa Blanca a su manera.

A punto de cerrar la década, el éxito de la economía estadounidense le da chances de la reelección en 2020. En el exterior, Trump es duro con sus aliados, no cumple con los acuerdos internacionales y no duda en impulsar lazos con gobiernos autoritarios como el de Kim Jong Un, en Corea del Norte.

PRIMAVERA ÁRABE. Después de que la década comenzara con la esperanza de la Primavera Árabe, ésta finaliza con hombres poderosos de vuelta en el poder en varios países.

Una rebelión popular en el africano país de Túnez acabó con la dictadura del Zine El Abidine Ben Ali el 14 de enero de 2011, una revuelta impensable unas semanas antes. Fue así que la Primavera Árabe explotó en Oriente Medio y en el norte de África. Esto provocó la caída de regímenes políticos del Líbano y Egipto.

En tanto, el destino de millones cambiaría en Siria. Un movimiento de protesta contra la familia Asad desencadenó una represión sangrienta, y luego, una guerra civil.

En ocho años de conflicto desde 2011, más de 370.000 murieron y hubo millones de desplazados. El conflicto sirio se volvió global con la intervención de otros países.

Francia, Bélgica, Dinamarca, España y Reino Unido fueron víctimas de ataques durante la década. El yihadismo se extendió por África y partes de Asia.

El conflicto sirio tuvo como efecto una inmensa tragedia humana a las puertas de Europa, ya que millones migraron en busca de seguridad y de una vida mejor. La crisis cruzó Europa en forma de grandes procesiones, y los migrantes terminaron en cualquier país que los recibieran.

La canciller alemana, Angela Merkel, pensó que podría absorber la llegada de refugiados. “Si Europa falla con los refugiados, si este estrecho vínculo con los derechos civiles universales se rompe, entonces no será la Europa que deseábamos“, dijo en 2015.

CRISIS. Del otro lado del mundo, millones huyeron de una Venezuela sepultada en la peor crisis de su historia reciente. Trump hizo bandera de su lucha contra los migrantes ilegales que entran al país por México. Así, pidió millones de dólares al Congreso para un muro fronterizo.

La marea de migrantes motivó movimientos populistas y de extrema derecha. El húngaro Viktor Orban, el italiano Matteo Salvini y el brasileño Jair Bolsonaro llegaron al poder.

La extrema derecha sigue como fuerza política en Francia gracias a la familia Le Pen, y ganó fuerza en Alemania. El Reino Unido votó un referendo histórico en 2016 para salir de la Unión Europea.

El populismo de izquierda se consolidó en la Venezuela chavista, y volvió con Alberto Fernández, en una Argentina con 40% de pobres. El presidente boliviano Evo Morales renunció y desató una crisis en su país, y las protestas en Chile revelan un descontento en la región.

Redes sociales cambiaron el mundo
La tecnología está cambiando radicalmente los estilos de vida de millones en el mundo. Desde citas, amistades, noticias, política, música, banca y hasta compras se manejan actualmente en el ciberespacio, y se pasa cada vez más tiempo mirando las pantallas.
Unos 2.400 millones de usuarios mensuales regulares tiene Facebook, la red social más grande del mundo. En 2011, esa cifra era poco más de 500 millones. Facebook no es el único en un sector dominado por compañías estadounidenses.
Google, Twitter, Amazon, Apple y WhatsApp son otras marcas que cambian vidas. Ganan miles de millones de dólares y, sin embargo, suscitan miles de controversias. Estas firmas accedieron a datos personales, por lo que la amenaza a la privacidad es considerable. Mientras facilitaron la libertad de expresión, también incrementan el riesgo de acoso, o de acciones peores.
Las redes sociales y la tecnología permiten que los contenidos sean más accesibles a más personas. Sin embargo, la crisis laboral es visible, ya que ni artistas ni medios cobran por su trabajo difundido en internet. Al final, se descubrió que Facebook era una de las principales armas de una campaña rusa para interferir en las elecciones presidenciales de EEUU de 2016.