13 ene. 2025

Una crisis también para las libertades públicas

Confinamientos, pasaportes sanitarios... En dos años, la crisis del Covid-19 desencadenó una ola sin precedentes de restricciones, que significó un retroceso de las libertades públicas difícil de imaginar en los países democráticos.

“Nos habíamos acostumbrado progresivamente a una sociedad de individuos libres; somos una nación de ciudadanos solidarios”, afirmó a finales de 2020 en una entrevista en televisión el presidente de Francia, Emmanuel Macron. Un año después, asumía la transición hacia una sociedad de vigilancia. Estas palabras, en boca del líder de una de las principales democracias del mundo, ilustran cómo la crisis sanitaria hizo que se aceptaran amplias restricciones de las libertades.

Desde el inicio de la pandemia, muchos países instauraron confinamientos o toques de queda que obligaban a sus ciudadanos a quedarse en sus casas de una forma más o menos estricta.

En 2021 apareció una nueva medida restrictiva: el pasaporte sanitario, que impone la vacunación o un test de diagnóstico negativo del Covid-19, para poder acceder a ciertos espacios como restaurantes o salas de cine. Algunos países como Francia están en proceso de endurecerlo para que se transforme en un pasaporte únicamente de vacunación. En otros países, como Australia, se lleva a cabo una estrategia llamada “cero Covid” que, para evitar la difusión del virus, lleva a que se hagan a menudo confinamientos estrictos, así como importantes cuarentenas para las personas contagiadas. AFP