Además, Emme Muñiz, hija de Jennifer López y Marc Anthony, hizo su debut mundial como cantante, al liderar un coro de niños vestidos de blanco, mientras Shakira le tocaba la batería y su madre la acompañaba con una capa de Puerto Rico, de donde son los cuatro abuelos de la niña.
El espectáculo de 12 minutos fue exactamente lo que ambas artistas habían prometido, una celebración de la cultura latina y un mensaje de unidad y de esperanza a la infancia, en especial a los niños de las minorías étnicas y demográficas en EEUU.
Impactantes. El show lo comenzó Shakira, quien vestida de rojo se paseó por algunos de sus principales éxitos. La cantautora colombiana compartió el escenario con el artista urbano Bad Bunny.
Jennifer López, por su parte, hizo una versión actualizada de su show de los últimos años, con la adición de un tubo de “striptease”, que manejó a su antojo demostrando que ha mantenido el entrenamiento al que se sometió para su película Hustlers.
Su invitado fue el reguetonero J Balvin, quien cantó un segmento de su éxito Mi gente.
Así, Shakira cantó con un puertorriqueño y López con un colombiano. Un mensaje más de unión y compenetración entre los latinos. Bailaron y cantaron salsa, cumbia, merengue y reguetón.
Las dos artistas latinas terminaron cantando juntas Waka Waka, la canción oficial del Mundial de Sudáfrica de 2010, enfundadas ambas en sexys bodies metálicos, melenas rizadas y al viento, y se despidieron con un sonoro “Gracias” y “Thank You”, en otra muestra de la cada vez mayor presencia de la comunidad latina en EEUU.
Antes de comenzar el partido, Demi Lovato emocionó con su interpretación del himno de Estados Unidos.
La cantautora estadounidense de origen mexicano demostró un rango vocal extraordinario y fue aplaudida con vigor minutos después de que se rindiera homenaje a Kobe Bryant, su hija Gianna, y las otras siete personas fallecidas a bordo de su helicóptero el pasado domingo. EFE