La puja por Femme assise près d"une fenêtre (Marie-Thérèse) empezó en los USD 45 millones y poco después superó los USD 55 millones, el valor aproximado que le habían otorgado los expertos de la casa de subastas, para terminar en un precio de martillo de 90 millones, al que luego se le sumaron las tasas y los impuestos.
El astronómico precio se alcanzó tras casi 20 minutos de batalla entre dos compradores que pujaban por teléfono a través de representantes de Christie’s en Nueva York, que incrementaban el monto sin prisa pero sin pausa.
La pieza, de casi metro y medio de alto por 1,14 metros de ancho, está considerada como una obra excepcional de Picasso, ya que el español normalmente pintaba a Marie-Thérèse tumbada, desnuda, con los ojos cerrados y perdida en su propio pensamiento, pero en este aparece sentada sobre una silla negra cerca de una ventana.
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Además, fue pintado en 1932, uno de los años más productivos y más codiciados del artista: “Todo el mundo quiere una de sus obras de 1932", explicó a EFE Vanessa Fusco, la codirectora de la subasta de Arte del Siglo XX de este jueves de Christie’s.
En concreto, fue producido en octubre de 1932 en el Château de Boisgeloup de Picasso, en la Normandía, y forma parte de una serie de retratos de Marie-Thérèse que fueron expuestos en la muestra Picasso, 1932: Love, Fame, Tragedy, que en 2017 y 2018 se vio en el Tate Modern de Londres y en Museo de Picasso de París.
En el cuadro de cubismo curvilíneo se ve a una Marie-Thérèse, que conoció a Picasso a los 17 años de edad cuando el pintor tenía ya 45, sentada en un silla negra frente a una ventana, vestida de rojo y verde, y sus extremidades pintadas de color lila.