“Nadie sabe por qué en forma arbitraria no me pagan mi jubilación. Y encima ya me había desvinculado de una planilla complementaria, que descuenta el 16% del monto a recibir, pero igual se me siguió descontando todo este tiempo (entre marzo y junio). En total, somos 173 suboficiales y 41 oficiales, con una cantidad total que en cuatro meses se aproxima a los G. 1.300 millones. Nadie sabe a dónde fue a parar eso”, comentó el militar retirado.
Riveros tiene también impedimentos físicos, y con esos argumentos incluso reclamó a la secretaria general de la Dirección de Jubilaciones y Pensiones, Sandra Rodríguez, a quien recordó que el pasado 3 de junio presentó una nota en esa dependencia, recordando el pedido para que le acrediten.
“Pero por una resolución de la entidad se llega a trámites muy burocráticos para por fin acceder a la jubilación. Había ya presentado mi solicitud el 20 de marzo; se esperó 45 días y luego ya incluso ni me recibieron, porque siempre les reclamaba mi derecho”, acotó.
“El dinero está depositado y me sacrifiqué 30 años para gozar justamente de mi jubilación”, expresó el militar retirado.