Desde el 2004, cada 31 de mayo se recuerda el Día Nacional contra el Abuso y la Explotación Sexual de Niños y Adolescentes de Paraguay, las cifras siguen siendo alarmantes.
La Secretaría de la Niñez y la Adolescencia informó que solo en el 2017 se registraron 2.249 denuncias de abuso sexual infantil en el país, de las cuales 908 fueron confirmadas.
Del total de denuncias, 1.267 fueron de víctimas directas y 982 de víctimas indirectas. Las primeras se refieren a niños o adolescentes que sufrieron “en carne propia” la agresión y la segunda, a los que conviven en el mismo círculo de violencia (hermanos, primos), pero que también podrán ser víctimas directas, explicó Ricardo González, ministro de Niñez y Adolescencia, a Última Hora.
Los casos son denunciados a través de la línea directa 147 Fono Ayuda, de la Secretaría de la Niñez, el Sistema 911 de la Policía Nacional y SOS Mujer 137 del Ministerio de la Mujer.
De los casos denunciados el año pasado, se confirmó que 1038 víctimas son del sexo femenino y 472 son víctimas de entre 14 y 17 años de edad.
El mismo año, 222 niñas y adolescentes quedaron embrazadas a causa de un abuso sexual, además, 10 niñas y 97 adolescentes dieron a luz.
Lo alarmante del caso es que los principales agresores sexuales y violadores son los padrastros, padres y vecinos, en ese orden. “Son todos del círculo que debería brindar seguridad a las menores”, lamentó el ministro.
El abuso sexual es el primer tipo de agresión sexual infantil, le siguen los casos de estupro y explotación
En los primeros cuatro meses de este año se registraron en total 496 casos de abuso sexual infantil, y siguen siendo más víctimas femeninas.
Esta fecha fue la elegida por el SNNA con el objetivo de poner fin a esta problemática y articular acciones para sensibilizar sobre del maltrato, abuso sexual y laboral de niños, niñas y adolescentes en nuestro país.
“Tenemos que empezar a desnaturalizar la violencia hacia nuestros niños y niñas en el mismo entorno familiar”, expresó González. Este es el primer paso para trabajar en busca de la erradicación de casos.
Explicó que desde el 2012 hasta la fecha los números fueron en aumento, pero que se debe a la difusión de los números de emergencia, lo que genera que se realicen más denuncias. De igual manera, lamentó que sigan existiendo casos subestadísticos, los que no se dan a conocer.
Las denuncias no se realizan por varios factores, como el miedo, muchas veces instado por medio de amenazas; desconocimiento de las líneas de emergencia y, lo más lamentable, la falta de educación sexual y reproductiva en las instituciones educativas.