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Más que una expresión de deseo -como las que acostumbramos a manifestar por estas fechas- todo parece indicar que el 2013 se viene con los mejores augurios.
Y, no solo para el continente, sino fundamentalmente para quienes habitamos este bendito país.
Es que América Latina y el Caribe experimentarán una aceleración de su crecimiento económico a pesar de las incertidumbres que aún persisten a nivel mundial, según estimaciones hechas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
A ese auspicioso informe presentado días atrás en Chile, se suma otro, el de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que también presentó un alentador pronóstico para el 2013.
Entre otras cosas, este organismo anunció que la tasa de desempleo en América Latina y el Caribe bajará a niveles históricos previéndose que, por ejemplo, el desempleo urbano llegue a un 6,2% en el 2013, lo que significará un 2% más bajo que en este 2012 que se va.
Siempre de acuerdo con los informes de dichos organismos, estos buenos pronósticos serán posibles gracias a que las economías de la región (incluida la paraguaya) han logrado mantener “el dinamismo en su demanda interna”.
No obstante, advirtieron sobre un reto: “el de aumentar y estabilizar el crecimiento de la inversión, y no depender solo del consumo, como medio para impulsar el cambio estructural con igualdad, incorporar progreso técnico y darle sostenibilidad al crecimiento”, (Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal).
Un desafío que, estoy segura, en Paraguay podremos aceptar si decidimos, de una vez por todas, salir del atraso y por sobre todo tomar en serio la responsabilidad que el 2013 representa en cuanto a nuestros derechos cívicos.
Es que no es broma elegir a quienes gobernarán -y en nuestro nombre- los destinos del país en los próximos cinco años.
De manera que las condiciones macroeconómicas parecen estar dadas para que el 2013 sea un gran año.
Pero, que realmente llegue a serlo dependerá en gran medida de nosotros mismos, de las decisiones que tomemos, no solo cotidianamente, sino puntualmente en abril próximo, en el cuarto oscuro, cuando acudamos a votar.
Así que ya sabe, de usted depende.
Feliz Navidad para todos, Feliz 2013 y ¡felices vacaciones!
Hasta el año que viene.