El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, hizo estas declaraciones al llegar a la segunda jornada del encuentro informal de ministros de Economía y Finanzas de la UE que se celebra en Berlín.
“Es el momento para avanzar hacia un sistema impositivo más efectivo y progresivo”, indicó Gentiloni, que subrayó que en la actualidad hay un “gran respaldo” social y político para dar pasos en este sentido.
TRIBUTO JUSTO. Consideró que es “necesario” impulsar esta legislación a escala global, pero subrayó que la CE está dispuesta, “si no hay un acuerdo a nivel internacional”, a implementar sus propias medidas en solitario para hacer que los gigantes digitales, como Google, Apple, Facebook y Amazon, tributen de forma justa en los territorios en los que obtienen beneficios.
Gentiloni recordó que este debate es también importante debido a que la CE, por primera vez en su historia, va a emitir deuda para sufragar parte del plan de recuperación acordado por los líderes europeos en junio, como respuesta política común a la crisis del coronavirus. La Comisión, argumentó, necesita “recursos propios”.
MÁS PRESIÓN. Sus declaraciones llegan después de que los ministros de Finanzas de Alemania y Francia, Olaf Scholz y Bruno Le Maire, presionaran en este mismo foro para establecer un impuesto a los gigantes digitales en el marco de la OCDE o, en su defecto, en el marco comunitario. Scholz aseguró que la tributación de las empresas digitales es una “cuestión urgente” que tiene “consecuencias” para todos.
Le Maire agregó que si resulta “imposible” un acuerdo en el marco de la OCDE, París abogará por implementar a principios del año que viene una “solución europea”.
El ministro francés destacó que “los únicos ganadores de la crisis” del coronavirus son “los gigantes digitales”, una “nueva razón” para impulsar los trabajos en este ámbito.
El presidente del Eurogrupo y ministro irlandés de Finanzas, Paschal Donohoe, reconoció que es preciso avanzar en esta senda, pese a ser uno de los socios más reacios por las ventajas fiscales que ofrece su país a estas empresas.
Donohoe añadió que debe hacerse de forma “justa y efectiva”, para no dañar a las economías, como la irlandesa, que acogen a las sedes europeas de grandes trasnacionales.