Miguel Contreras es un profesor e investigador de geopolítica venezolano. Ha analizado todos los escenarios que se abren en Venezuela con la Juramentación de Maduro en el TSJ y la de Guaidó en la calle. Y su conclusión es que es cuestión de tiempo para que Trump actúe abiertamente en el país.
Para él, los Estados Unidos han tomado decisiones que forman parte de un plan establecido para estas situaciones.
Primero, llamar la atención sobre una situación anómala que vulnera los intereses de los Estados Unidos. Lo segundo es el diseño de una campaña informativa global cuyo objetivo es demonizar y deshumanizar al otro al que se pretende aniquilar política, simbólica y territorialmente. Lo tercero es el corte de financiamiento de organizaciones multilaterales.
Todo puede ocurrir simultáneamente y siempre es la combinación de dos estrategias: la política diplomática y la del uso de la fuerza.
Y en escenario último puede ser de tres maneras. El de Zelaya en Honduras al que sacaron mientras dormía. El de Noriega en Panamá, sacarlo y bombardear su base de apoyo. Y el usado contra el régimen de Irak con un ataque masivo de varios días hasta aplastarlo.
En Venezuela existe una tensión entre la oposición civil alentada de los Estados Unidos y el Gobierno de Maduro con sus seguidores.
Existen venezolanos en buen número que esperan una intervención yanqui en Venezuela.
Cuando se nombró al diputado Guaidó presidente, en la calle se activaron, se diseñaron escenarios que unieron lo social y lo político. Se activaron imaginarios que tienen resentimiento, venganza y la imposibilidad de la negociación.
Una fuerza invasora entra destruyendo y no es como un cuerpo de paz. Eso va a activar mecanismos internos de la guerra civil. Así el otro con el que haces la vida cotidiana se convierte en tu enemigo y así se destruye la propia república. ¿Cómo se rehace después?