“Qué difícil es empezar, nos decíamos diez años atrás cuando iniciamos la empresa con un invernadero en un terreno prestado y con un solo personal. Qué difícil es crecer, nos decíamos cuando tratábamos de hacernos del soñado terreno propio, y se subseguían los ?qué difícil’, hasta que un día nos dimos cuenta que la palabra no era ?difícil’, la palabra era desafío”, expresó Nicolás Fernando Silva, ejecutivo de Emprendimientos Forestales SRL.
Esta firma fue distinguida por la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC) como una de las pymes exitosas. Hoy tiene una facturación de 5 millones de dólares al año, que es lo que genera el negocio de la reforestación.
Otra pequeña y mediana empresa galardonada de anoche fue Agrofield SRL. Uno de sus gerentes, Silvio Codas, habló sobre el honor de recibir el premio de parte de la ADEC. Pero antes que nada, dedicó la distinción al fundador de la empresa hace 25 años, el ya fallecido ingeniero Kiko Codas. “Fue él quien con su ejemplo de vida nos inculcó el amor a la familia y al trabajo, la responsabilidad, la honestidad y el respeto, valores que ayer, hoy y siempre acompañan al equipo humano que conforma la familia de Agrofield”, refirió.
El empresario recordó cuando cuatro años atrás el señor Kiko falleció y todos los socios de Agrofield se reunieron para decidir cómo continuar lo que dejó su padre. Destacó que con el apoyo de los funcionarios y proveedores iniciaron un trabajo duro de planificación, fuertes inversiones e innovación.
Otra “pequeña pero grande” es la empresa Líder Map, que introdujo al país la tecnología de almacenaje de granos secos en silo bolsa. Su director, Vilson Hansen, comentó: “Siempre tuve en la mirada las cosas muy de cerca, y en una oportunidad cuando me fui al doctor él me confirmó diciendo: usted ve todo muy cerca, pero lejos no ve nada, y para usar este anteojo es necesario que usted quiera mirar más lejos. Entonces empecé a mirar para el futuro y me aficioné a la tecnología que se podría aplicar al campo”, recordó.
Y agregó que hoy mira hacia adelante y ve a un Paraguay donde el productor planta y cosecha alimentos sin violencias, sin amenazas, con un gobierno garantizando la seguridad.