El líder derechista, que cumplió 65 años en marzo pasado, comentó además que contaba con 38 grados de fiebre y una tasa de oxigenación del 96% en su sangre, en declaraciones a la cadena internacional. A causa de los síntomas, se canceló su agenda presidencial programada para esta semana.
El presidente ya fue testeado por Covid-19 en el Hospital de las Fuerzas Armadas en Brasilia y el resultado del test estaría listo cerca del mediodía de hoy. Asimismo, Bolsonaro comentó a CNN que también se realizó una resonancia magnética de los pulmones, donde no se halló problemas.
En la tarde de ayer, manteniendo un hábito prácticamente diario, Bolsonaro se reunió con simpatizantes en el palacio presidencial donde llevaba una máscara.
VETOS. Bolsonaro, quien la semana pasada vetó el uso obligatorio de mascarillas contra el Covid-19 en comercios, iglesias y escuelas, amplió ayer la decisión a cárceles que alojan cerca de 750.000 presos.
En tanto, la semana pasada, Bolsonaro sostuvo que en el caso de las máscaras en lugares cerrados, el Gobierno alegó que la obligación de uso podía incurrir en una “posible violación de domicilio” contraria a la Constitución y argumentado que el proyecto del Parlamento suponía que esa prevención debería ser extensiva a todas las casas y ámbitos privados.
CASOS. Brasil es desde hace semanas uno de los epicentros globales de la pandemia (después de EEUU) y sumó ayer 620 fallecidos por el virus, totalizando 65.487 muertos, además de registrar 1.623.284 contagios, tras agregarse 20.229 nuevos casos positivos en las últimas 24 horas.
Los datos sobre la incidencia del coronavirus en el sistema de prisiones, uno de los más poblados y hacinados del mundo, con cerca de 750.000 reclusos, dicen que se registró unos 5.000 casos confirmados y 70 muertes, pero no son actualizados regularmente.
Bolsonaro, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad del Covid-19, impuso vetos a las normas sobre el uso de máscaras, las cuales se analizarán en el Parlamento que podría dejarlos sin efecto, pero no anulan las medidas de gobernadores y alcaldes, que impusieron esa prevención en casi todo el país.
