Luego de que la ciudadanía presionara a las autoridades a reducir los gastos superfluos a raíz de la crisis sanitaria, varios legisladores acusaron nota y de inmediato impulsaron proyectos de recortes.
Una de las propuestas que podría abordarse ya en sesión extraordinaria de este miércoles fue presentado por el senador Salyn Buzarquis, cuya propuesta es reducir en un 20% pero hasta un 50% los altos salarios estatales. Primeramente quienes sobrepasen ingresos de G. 12 millones tendrán recorte del 20% y a partir de los G. 20 millones de salario, el descuento sube a 25% e incluso puede llegar al 50% para los casos de ingresos siderales –como los de Itaipú y Yacyretá– con más de G. 58.864.506 de sueldo. El proyecto tiende a ser permanente y no solo por la crisis.
Por otro lado, el senador por el Partido Hagamos, Patrick Kemper, presentó un proyecto de ley por el cual se establece reducir el 20% del salario de todos los altos cargos del Estado por el espacio de lo que dure la crisis sanitaria, entre ellos, del presidente, vicepresidente, ministros, gobernadores, intendentes, parlamentarios, entre otros. La reducción debe alcanzar además a ministros de la Corte Suprema de Justicia.
Los senadores liberales Víctor Ríos y Blas Llano presentaron un proyecto para establecer que en ambas cámaras y los parlasurianos no perciban más de siete salarios mínimos, equivalentes a G. 15.349.873, pero se les garantice acceso a vivienda, combustible y viáticos a quienes no vivan en Asunción. Ríos señaló que ese proyecto ya lo había presentado pero que modificó un artículo que solicitaba USD 50 millones para Salud, puesto que ahora con los préstamos aprobados, se previó dinero para a crisis. Por su parte, el proyecto de ley del senador Sergio Godoy apunta a que los privilegios de una vez desaparezcan. Pide que el recorte definitivo se dé los tres poderes del Estado en cuanto a cupos de combustible, viajes, viáticos, bocaditos, bebidas y flores. También pide cortar telefonía prepaga y la publicidad en medios privados.
En general, todos coinciden que un tope racional es que nadie gane más que el presidente de la República.