Por Juan Pérez Acosta
ITAGUAZU - ALTOS
En la serranía de los Altos, en medio de la silueta exuberante de la naturaleza, la noche se vuelve mágica. El fuego de las antorchas descubre de las penumbras figuras emplumadas, rostros enmascarados, danzas simbólicas y atuendos hechos con hojas secas de banano; los guaicurúes y los kamba ra’anga impresionan con ritos ancestrales.
Anoche, una multitud copó las inmediaciones del oratorio San Pedro y San Pablo, en Itaguazu, a 5 kilómetros de Altos, Departamento de Cordillera; pudiendo así presenciar una de las expresiones ancestrales que sobrevive hasta la actualidad: el juego de la rúa.
Al ritmo de la bandita y músicas folclóricas, cerca de las 20.30, y con fuegos artificiales, se dio apertura a este juego que rememora el rapto de las jóvenes de la zona de Altos por parte de los guaicurúes, indígenas del Chaco, según relata Leonardo Martínez, encargado de Turismo y Cultura de la Municipalidad de Altos.
Así, conservando la tradición, cada año el kamba ra’anga reencuentra a generaciones de pobladores que participan de la fiesta en honor de los santos patronos de la comunidad: San Pedro y San Pablo.
Norma Ramírez, pobladora y una de las organizadoras del evento, resaltó que la tradición todavía sigue movilizando a los habitantes de los alrededores y que con cada atuendo elaborado artesanalmente buscan despertar el interés por el ritual que desde hace más de 100 años sigue representándose. La fiesta continúa hoy y mañana a partir de las 20.00. La entrada es libre y gratuita para todos los que quieran conocer esta peculiar tradición llena de plumas y fuegos que son tradicionales.