Este gran rendimiento responde a un beneficio operativo de 1,25 billones de yenes (9.425 millones de euros), un 81 por ciento más, apoyado en unas ventas que le supusieron 12,53 billones de yenes (94.131 millones de euros), lo que implica un 14,9 por ciento más que en el mismo periodo de 2012.
La empresa nipona espera que prosiga esta tendencia y mejora su previsión de resultados para la totalidad del ejercicio (que concluye el 31 de marzo de 2014 en Japón), en el que espera obtener un beneficio neto de 1,67 billones de yenes (12.540 millones de euros).
Esta cantidad supondría un 73,6 por ciento más que lo obtenido en el ejercicio 2012 y es un 12,8 por ciento mayor que la estimada por la compañía el pasado agosto.
Del mismo modo, la empresa de Aichi espera incrementar su beneficio operativo en un 66,6 por ciento con respecto al año anterior hasta los 2,2 billones de yenes (16.517 millones de euros), lo que supone un 13,4 por ciento más que lo previsto inicialmente.
También prevé una facturación un 4,1 por ciento mayor que la estimada en agosto y un 13,3 por ciento mayor que la registrada en el anterior ejercicio hasta alcanzar los 25 billones de yenes (187.731 millones de euros).
No obstante, Toyota estima que el incremento de sus ingresos por venta vendrá dado por un tipo de cambio medio similar al actual (97 yenes por dólar/130 yenes por euro), y no por un aumento del número de unidades comercializadas.
La empresa mantuvo su pronóstico de que en todo el ejercicio venderá 9,1 millones de vehículos.
En un comunicado, la empresa destacó que los buenos resultados de esta primera mitad del ejercicio responden a una reducción de costes valorada en 140.000 millones de yenes (1.051 millones de euros).
Pero ante todo, Toyota reconoció que las fluctuaciones del mercado de divisas le han hecho ganar 540.000 millones de yenes (4.054 millones de euros) entre abril y septiembre, más de la mitad del beneficio neto que ha cosechado durante esos seis meses.
