Por Miguela Lombardo
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Se desempeña como gerente general de la compañía Sout Food SA, que representa las cadenas de comida rápida Pizza Hut y Kentucky Fried Chicken (KFC). La primera está en el país desde 1993, con la apertura de 8 restaurantes, a los cuales incorporó 7 locales de delivery en el 2009 y hoy tiene 16. En octubre pasado incorporó KFC, que este año abrirá 3 locales. Bajo su gestión, la sociedad tiene como objetivo llegar en los próximos 5 años a 40 locales, 20 de Pizza Hut y 20 de KFC y, como empresa, ser la número uno en representación de marcas de comida en Paraguay. Emplea a casi 600 trabajadores, cifra que triplicará en dos años con la apertura de nuevos locales.
–¿Cómo se involucró en la empresa?
–Me incorporé en el 2000 y pasé por todas las áreas, comencé como ordenanza. Al tercer año, el gerente de Marketing tuvo que salir del país y me tocó asumir el puesto hasta el 2009, cuando ya pasé a formar parte del directorio de la empresa. Desde el año pasado estoy como gerente general de la compañía con Pizza Hut y KFC.
–¿Qué cree que aportó a la empresa?
–Me tocó entrar, analizar y trabajar con la gente que estaba y tratar de ver que esa gente rinda más y mejor. Vi que la empresa necesitaba aires nuevos, innovación, tecnología y empecé a meterme en diferentes áreas administrativas y cambiamos el sistema informático, invertimos en lo que hacía falta en Marketing, innovamos mucho con productos nuevos (lanzamos la famosa pizza borde relleno), con promociones empezamos a hacer cosas en internet, y a trabajar muy fuerte con el delivery. A nivel de empresas, creo que aporté mucho en la parte de innovación y, sobre todo, en desarrollar a la gente.
–¿Cómo ve el mercado de comida rápida?
–En el rubro comida rápida vemos crecimiento, porque se están haciendo muchas inversiones en shoppings, edificios, restaurantes y eso hace que el rubro crezca. El consumidor también cambió mucho en los últimos años, es más formado, más culto y más exigente; hoy ya no quiere ir a comer a un restaurante, sino ir a vivir la experiencia en un restaurante: sentarse en una mesa, que se le atienda bien, con buena iluminación, buena temperatura, buena música. No solo la comida es el atractivo hoy.
–¿Cómo ve esta etapa de crecimiento del país?
–Por los números que manejo, este es un año en general complicado por diversos motivos, donde el país desaprovechó las condiciones para seguir creciendo. Tenemos a todos los organismos internacionales detrás de nosotros para financiar lo que sea y no se están haciendo las inversiones que se deben hacer. Este es un país donde muchas inversiones dependen mucho del Estado. El contrabando está causando estrago, muchas marcas están 30 a 40% menos desfasadas y no veo intención del Gobierno de frenarlo.
–¿Cuál es su filosofía de trabajo?
–No me gusta aceptar un no. Creo que todo se puede hacer siempre y cuando uno tenga la actitud correcta para lograrlo y eso es algo que cuesta porque de repente hay gente que le falta esa motivación. Soy partidario de que cada persona tiene su forma de trabajar, están las teorías más clásicas, pero creo que hay que trabajar con cada una para que pueda crecer.
–¿Eso qué significa?
–Mientras más sabe el otro es mejor para mí; no me gusta ser el que sabe todo; para mí es clave delegar, es imposible manejar una empresa solo. Uno nunca sabe todo y cada día se aprende; me gusta mucho aprender de la gente.
–¿Qué hacer para que el país funcione?
–Apoyo totalmente al nuevo Gobierno, me parece bien lo que está haciendo, de ordenar la casa, pero creo que tendría que tener la capacidad de hacer bien ambas cosas: ordenar la casa e invertir para que el mercado siga creciendo. Este país necesita rutas, aeropuertos, infraestructura. El Gobierno debe ponerse más duro en los controles del contrabando; no será fácil, pero me gustaría ver más mano dura en ese sentido y a nivel privado, debemos quejarnos menos y tratar de hacer más.
–¿Qué le falta incorporar al Paraguay?
–En otros países, uno debe competir en un puesto de trabajo entre varios y acá todavía no hay aún ritmo de competencia. Creo que nos falta educación, pero tenemos mucha capacidad. Es cuestión de actitud y pienso que este mercado todavía no es muy competitivo.
–¿Qué problemas ve en el sector privado?
–Un problema grave a nivel privado es la falta de recursos humanos. El país no tiene la cantidad ni calidad de recursos humanos para este crecimiento, pero es un problema de las empresas que deben hacer algo, no del Gobierno.
–¿Qué sugiere a los que quieren emprender un negocio?
–Primero, creer en lo que va a hacer, tener actitud porque uno va a tener caídas, hay veces que uno no sabe qué hacer. Soy partidario de que hay que capacitarse, estudiar, formarse y no hacer un negocio por hacer. En los negocios uno tiene que ser frío, calculador, hacer los números, revisar; hacer estudios, ver cuál será el público objetivo, el concepto, qué vender, cuánto ganará y si el estudio no sale bien, dedicarse a otra cosa.
–¿Qué valor rescata de lo que le inculcó su familia?
–A mi abuelo, don Enrique, muy pocos lo conocieron como persona. Era una persona para el que su familia era todo, sus mejores amigos eran sus hijos, con los nietos era una cosa hermosa, aprendimos de él lecciones de vida y nos dimos cuenta de la importancia de la familia. Eso rescato de lo que aprendí de la familia.