El presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso Vladímir Putin podrían mantener un diálogo directo para evitar un “escenario de pesadilla de confrontación militar” en Ucrania, indicaron el jueves en Estocolmo, los jefes de la diplomacia de ambos países.
En medio de tensiones alrededor de Ucrania, el ministro ruso, Serguei Lavrov, exigió a Estados Unidos “garantías de seguridad a largo plazo” en sus fronteras, en particular para que el antiguo territorio soviético no entre en la OTAN.
Tanto Lavrov como su homólogo Antony Blinken se reunieron este jueves en Suecia, al margen de la reunión ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), planificada desde hace tiempo y que contó también con la participación de Ucrania.
Se espera ahora que el diálogo –tenso– entre las dos potencias llegue a un escalón superior, probablemente a través de un contacto telefónico. El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, dijo que Moscú espera que se produzca un “contacto” entre Joe Biden y Vladímir Putin en los “próximos días”. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, confirmó que ambos líderes hablarán “probablemente” en un “futuro cercano”.
ADVERTENCIAS Y AMENAZAS. Los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y de Rusia sostuvieron un encuentro lleno de advertencias y amenazas sobre Ucrania, pero también señalaron que buscan solucionar la crisis por la vía diplomática.
“Estamos profundamente preocupados por los planes de Rusia de lanzar una nueva agresión contra Ucrania”, dijo Blinken ante su homólogo ruso.
Blinken retomó el tono adoptado el miércoles cuando en una reunión de la OTAN en Riga, expresó su preocupación por las “pruebas” de que Rusia tiene planes de lanzar “acciones agresivas importantes contra Ucrania”.
El alto cargo estadounidense también advirtió el jueves que si Rusia sigue por la vía de la “confrontación” va a sufrir “graves consecuencias”, después de que el miércoles amenazara a Moscú con duras sanciones.
Blinken, sin embargo, también hizo un gesto y afirmó que estaba dispuesto a “facilitar” la puesta en marcha de los acuerdos de Minsk, sellados después de que Rusia anexara Crimea en 2014 y que están pensados para resolver el conflicto en el este de Ucrania entre Kiev y los separatistas prorrusos.
Sin embargo, nunca han sido aplicados a cabalidad.
Tras enumerar las cláusulas de los acuerdos afirmando que Moscú no los ha respetado, Blinken agregó: “La mejor manera de prevenir una crisis, es la diplomacia”.
En su intervención, Blinken instó a Rusia a una “desescalada” y a retirar las tropas, que según los occidentales, están apostadas en la frontera con Ucrania.
CONFRONTACIÓN MILITAR. Lavrov, por su parte, advirtió que se está gestando un “regreso al escenario de pesadilla de una confrontación militar” y acusó a la OTAN de “acercar su infraestructura militar a las fronteras rusas”. El ministro ruso también se opuso a una eventual expansión de la alianza atlántica hacia el este, que incluya a Ucrania, pero también tendió una mano al diálogo. “Estamos interesados en los esfuerzos comunes en dirección de una resolución de la crisis en Ucrania”, indicó, y agregó: “Estamos listos”.
La OSCE es uno de los pocos foros internacionales a los que pertenecen tanto Estados Unidos como Rusia, pero el encuentro se desarrolló en un ambiente tenso.
Propuesta de pacto de Moscú
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró el jueves que Moscú presentará “en breve” a la OTAN una propuesta de garantías de seguridad que deben ser vinculantes para todos sus firmantes. “En breve formularemos propuestas concretas a nuestros colegas occidentales y esperamos que se las tomen con seriedad”, dijo Lavrov en rueda de prensa.