De cara a las negociaciones con Brasil por Itaipú, Paraguay debe lograr que se establezcan las condiciones para consumir su energía, ya que este factor, combinado con el bono demográfico, será una oportunidad única para mitigar los obstáculos socioeconómicos del país, dijo a Última Hora el doctor Gerardo Blanco, flamante consejero de Itaipú.
No solo se debe tener en cuenta cómo se negociará o cuál será la estrategia, sino saber primero para qué y qué efecto se quiere con el proceso. “Tenemos que reconocer que las conversaciones con Brasil no implican a priori un acuerdo de parte; Paraguay se debe preparar para tener alternativas provechosas en el caso de alcanzar un acuerdo”, refirió.
Blanco es especialista en materia energética, doctor en Ingeniería e investigador de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), específicamente en el Grupo de Investigación en Sistemas Energéticos (GISE).
Consideró la elección gubernamental para que accediera al Consejo de la binacional como desafiante, en medio de un proceso que puede marcar el cambio de rumbo del país hacia un destino mejor, y se comprometió a aportar en función a las reflexiones y análisis que vino haciendo en la universidad, para que las decisiones en la binacional tengan rigor cienfítico, basado en un análisis riguroso.
Oportunidad. Existe un principal delineamiento –a su criterio–, compartido por la actual dirección paraguaya de la entidad binacional, que es tratar de convertir la energía en oportunidad, y conceptualizar la energía eléctrica como recurso estratégico, cuyo principal valor radica en la satisfacción de necesidades humanas.
En torno a la renegociación del Anexo C, refirió que con el fin de salvar los obstáculos del desarrollo y para atraer inversiones extranjeras, las industrias deben instalarse consumiendo la energía disponible, y que deben comenzar a liderarse oportunidades para la gente.
CONSUMIR ENERGÍA. El doctor Blanco reivindició su postura de que Paraguay debe consumir su energía, y trabajar para que se tengan las condiciones de ejecutar esa estrategia, independientemente de las decisiones que surgirán fuera de la capacidad de control de la Itaipú, ya que como entidad no estará en la mesa de negociaciones.
En torno al aprovechamiento de los recursos, tanto los energéticos como en el aspecto del llamado bono demográfico, manifestó que se presentan como una ventana de oportunidades únicas, que podrán crear las condiciones disparadoras para iniciar el proceso de desarrollo.
Consideró la actual como una situación de urgencia, en torno a las demandas sociales, y postuló que se debe iniciar la construcción de un imaginario colectivo con el cual se puedan alcanzar los objetivos, ya sean nacionales como sectoriales.
muchos empleos. En sus investigaciones al frente del GISE, Blanco había ya estimado un potencial del impacto que tendría la utilización de energía eléctrica en el sector industrial; llegando incluso a una cifra de unos 2 millones de empleos directos en un horizonte hasta 2040, considerando que los excedentes hoy cedidos a Argentina y Brasil en las dos hidroeléctricas, puedan ser volcados al desarrollo industrial de Paraguay.
Conforme al estudio, hay un potencial de instalar alrededor de 465 mil industrias manufactureras, que podrían generar esa importante cantidad de puestos de trabajo. La cantidad de industrias varía dependiendo del sector de las mismas, ya que existen sectores que demandan más potencia que otras.
De todas maneras, la postura es seguir instando al Gobierno a que impulse políticas públicas claras que apalanquen esta estrategia, de manera a tener la oportunidad real y efectiva de propiciar estas oportunidades para la población.
De acuerdo con datos estadísticos, todo Paraguay apenas consume 18% de energía hidroeléctrica actualmente. Los hidrocarburos representan el 41,4% y la biomasa 40,6% entre las fuentes de energía disponibles en el país.