Francisco hace esta denuncia y, por supuesto, los medios de comunicación social procuran silenciarla. También el Papa denuncia a los profesionales del periodismo que se venden, obligatoriamente muchas veces, a las empresas para poder conservar sus puestos. Y alaba a los que se atrevieron a denunciarlo , con el coste de perder el trabajo.
Sin embargo, Francisco nos recuerda que el problema de la posverdad es de dos: del que miente y del que se deja seducir por la mentira.
Y las empresas que mienten y extienden lo que va a seducir a la muchedumbre tienen sus asesores y técnicos de la información para el éxito de una aceptación masiva acrítica. Y por eso hay que denunciarlas y presionarlas y desmentirlas en la prensa escrita, radial, televisiva o en las grandes redes como internet, etc.
Sin embargo, recuerdo que el problema de la posverdad es de dos: de la gran empresa que miente y del usuario que se deja seducir por la mentira.
Y en este punto Francisco insiste en algo fundamental: “el mejor antídoto contra las falsedades no son las estrategias contra ellas, sino las personas”. La educación y formación de seres humanos dispuestos a compartir la búsqueda de la verdad.
Seamos conscientes de que esto no es cuestión de días, sino de años gastados en ser libres del sometimiento mediático y de saber buscar información verdadera en un mundo organizado con la mentira. Todavía luchamos por ello. Y venceremos.