“Estamos sin salario ni trabajo. Habíamos ido a una huelga por tres días y la empresa pidió la ilegalidad. Se había confirmado esto luego de tres meses y quedamos suspendidos. Incluso algunos somos miembros del sindicato y tenemos estabilidad laboral, pero ni así conseguimos reivindicar nuestro derecho”, expresó Félix Amarilla, secretario adjunto del sindicato de la empresa.
El problema que se presenta es que la mayoría de los afectados inició el pedido para que se respeten sus derechos en el juzgado de Lambaré, y según Amarilla el proceso es muy lento; mientras que uno de ellos lo había comenzado en Asunción, y a éste sí le salió favorable la restitución en el puesto.
Agregó que ya se hicieron más de quince reuniones tripartitas, pero que la empresa logró que fueran suspendidos los cuarenta empleados, muchos de ellos con más de veinte años de antigüedad.
El motivo de la huelga llevada adelante tenía como base el incumplimiento del contrato colectivo de condiciones de trabajo, medida ejercida de buena fe en procura de intereses netamente laborales, según manifestó Amarilla.