La medida corresponde a un protocolo de seguridad establecido en el sitio, para los casos de crecientes del río Iguazú, y para no afectar la estructura de las pasarelas, evitando así el cierre prolongado, en caso de que se produzca alguna avería.
El cierre del circuito se anunció este lunes y comenzó a aplicarse a partir del mediodía del martes, tras las fuertes lluvias caídas en la región, y que ocasionó la crecida del río Iguazú, que alimenta las Cataratas y desemboca en el río Paraná.
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Las barandas de las pasarelas y del balcón, ubicadas sobre la caída de agua, permiten el flujo libre de las personas, pero con la nueva situación que presenta el río y para evitar eventuales daños, se procedió al cierre del circuito turístico, señalaron los responsables de la empresa privada que administra el Parque.
Iguazú Argentina, firma que administra el lugar, también dio a conocer que el último tren hacia la Garganta del Diablo salió a las 12.00 del vecino país y que los trabajadores comenzaron a rebatir las pasarelas y el balcón, desde las 14.00, como medida de seguridad.
El Parque Nacional de Iguazú es uno de los más visitados de la Argentina. Según reportes oficiales, en promedio, cada fin de semana el sitio recibe a unas 30.000 personas.
Debido a su proximidad con la zona de la Triple Frontera, el Parque Iguazú recibe habitualmente a gran cantidad de turistas paraguayos.
El parque recibió en 1986 el título de la Unesco de Patrimonio Natural de la Humanidad y sus cataratas son consideradas una de las siete maravillas de la naturaleza del mundo.