17 dic. 2025

Supervisan a 18 personas tras primer caso de ébola en EEUU

EFE

Explicación.  Autoridades de Texas y de salud del Estado brindan detalles sobre el enfermo.

Explicación. Autoridades de Texas y de salud del Estado brindan detalles sobre el enfermo.

ATLANTA - EEUU

Las autoridades sanitarias de EEUU se mantienen en situación de alerta tras el primer caso de ébola diagnosticado en el país, y colocaron ya bajo “supervisión médica” al menos a 18 personas que estuvieron en contacto en Dallas con el paciente infectado.

Veinticuatro horas después de confirmarse el primer caso de ébola en territorio estadounidense, el Gobierno asegura que es poco probable que el virus se propague en EEUU en la forma en la que lo hizo en la región de África Occidental, donde hasta ahora causó más de 3.000 muertes.

“Hubo cierto nivel de pánico en la población tras la confirmación de la enfermedad en este paciente en Texas, pero es necesario que la gente tome en cuenta que los departamentos de salud de cada estado estuvieron preparándose para esta eventualidad”, declaró Mauricio Lascano, epidemiólogo de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU.

cuestionan seguridad. Muchos se preguntaban ayer cómo es posible que los médicos estadounidenses no identificaran inmediatamente a un paciente con síntomas de ébola, lo que expuso a otros a la enfermedad durante cuatro días antes de que este fuera aislado. El hombre, cuya identidad y nacionalidad no han sido reveladas, viajó recientemente de Liberia –una nación que se encuentra en el epicentro de la epidemia de ébola en África occidental– a Texas, para visitar a miembros de su familia. El afectado abandonó Liberia el 19 de setiembre y no exhibió síntomas de la enfermedad hasta el 24 de setiembre, según informó el martes el jefe de Prevención y Control de Enfermedades, Tom Frieden.

quema de cadáveres. A 15 km de Monrovia, una camioneta cargada de cadáveres para ante un recinto de muros altos ennegrecidos. Desde hace varias semanas, el virus del ébola obliga a llevar todos los muertos al crematorio, por si acaso. Bajo un tejado de uralita, todavía humea un montículo de cenizas de dos metros de alto de lo que parecen ser huesos.

Un joven con mascarilla de papel abre una doble puerta metálica, por la que un coche entra en un patio rodeando una pila de madera utilizada como combustible. Tanto si murieron de fiebre hemorrágica como si no, “los quemamos a todos. Son las instrucciones del Ministerio de Salud”, explica Victor Lacken, de la Cruz Roja. Es tras la muerte de una persona cuando el virus es especialmente contagioso, explica Laurence Sailly, coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF). “Los cuerpos se convierten entonces en un lugar magnífico para el virus del ébola para seguirse multiplicando”.