Son dos casos denunciados ante la Policía y Fiscalía entre el sábado y ayer. El último es el de Amarilla, quien reside en el barrio Pablo Rojas, a dos cuadras de la Comisaría cuyos agentes le pararon en la tarde del sábado y comenzaron a exigirle una alta suma de dinero, bajo pretexto de acusarlo de violar la cuarentena, según su denuncia.
“Yo salí para realizar algunas gestiones y me pararon. Les expliqué el motivo y no querían saber nada. En la Comisaría un policía moreno me empujó al calabozo y tuve que ir a comprarles un vale de combustible por G. 200.000 para documentarme y me dejaron libre”, afirmó ayer.
La publicación del caso de Amarilla hizo saltar en las redes sociales otros que supuestamente se registraron en la misma jurisdicción, pero que no fueron denunciados. Los agentes piden como mínimo G. 300.000, atendiendo a los comentarios. El comisario principal Bernardo Ojeda, jefe de la Comisaría, sostuvo que pedirá a sus superiores que Asuntos Internos investigue el caso. Geraldo René Franco Pereira, joven mochilero, denunció ayer formalmente el robo de G. 1.500.000 y 50 euros perpetrado, según su versión, por agentes policiales y la fiscala Susan Vega durante un control en la tarde del sábado pasado. El mismo había declarado testigo el domingo pasado en una denuncia presentada por la fiscala Vega, quien trata de deslindar responsabilidad en el caso ocurrido en el kilómetro 8 de Ciudad del Este, según el denunciante.
Un agente de la comisaría de Minga Porã fue puesto a disposición de la Dirección Policial tras presentarse quejas por supuesto cobro de coima a un colono de la zona, por supuesto incumplimiento de la cuarentena. Se trata del suboficial primero Nilson Ávalos, luego de una denuncia de supuesto cobro de coima de G. 1.000.000 a un colono brasileño, a quien le habrían solicitado inicialmente la suma de G. 4.000.000, conforme a los datos. ÉM