Según las declaraciones del detenido a NPY, él supuestamente no estuvo involucrado en el crimen, pero sí conoció al asesino –quien tenía arañazos en los brazos y en el cuello– y de él obtuvo el teléfono, pero una amiga fue la que pagó.
Este crimen ocurrido el miércoles pasado conmocionó a gran parte de la ciudadanía. Jovany se dedicaba a la venta de cartones de bingo y según otras versiones, también era reciclador. Fue asesinado por resistirse a entregar su celular un día antes de su cumpleaños. Según el informe forense, murió tras ser golpeado en la cabeza y en el rostro.
Ya anteriormente, el principal sospechoso fue detenido; un joven identificado como Emilio Damián Amarilla (21), quien fue imputado por homicidio doloso. El joven tenía las zapatillas con sangre y la remera rota, por lo que se presume que el adolescente luchó por su vida.
Además, otras tres personas dieron aviso de la venta del celular de la víctima y fueron imputadas por reducción, ya que hubo contradicciones sobre la compra.
Los familiares habían denunciado la desaparición del joven, que el 3 de setiembre cumpliría 18 años.
Luego fue encontrado su cuerpo en una zona boscosa del loteamiento de la fracción Las Perlas, en la zona del barrio San Antonio.
ENCONTRARON EL ARMA. Tras una limpieza del lugar del asesinato y varios allanamientos el fin de semana, la fiscala Daysi Sánchez encontró un martillo con el cual habrían asesinado a Jovany.
Otras investigaciones se hicieron en los barrios 30 de Agosto, María Auxiliadora y Nueva Esperanza, donde encontraron remeras con manchas de sangre, en la casa de uno de los imputados por reducción, Juan Cazal.
El médico forense determinó como causa probable de fallecimiento del joven traumatismo de cráneo encefálico que habría sido ocasionado con el martillo.
MANIFESTACIONES. Varios ciudadanos, familiares y allegados del canillita, fueron hasta el frente de la Comisaría en Itá, donde realizaron una manifestación, exigiendo Justicia por el crimen de Jovany.
Allí estaba recluido el supuesto autor del hecho, que luego por seguridad fue derivado a otra sede policial.
Sus familiares y amigos fueron el día del entierro hasta la casa del fallecido y lo despidieron con globos blancos y le cantaron cumpleaños feliz a la joven víctima.