Además de la merma en ingresos de USD 1.454 millones, por la pérdida de la producción de soja que había advertido el Banco Central del Paraguay, el impacto se observa en el poco stock que queda al cierre de setiembre.
“Con estos números prácticamente se cierran las exportaciones del grano y queda un pequeño remanente de aproximadamente 35.000 toneladas para exportación o procesamiento”, comentó la asesora de comercio exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
También se refirió al sector industrial, donde observó un aumento de ingresos de divisas por el alza de los precios internacionales del aceite de soja, pero una disminución en el volumen por una menor disponibilidad de granos.
controversia. Mientras la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales lamentó la paralización de varias fábricas, debido a un desabastecimiento de materia prima que se agudizó por las desventajas frente al sector que exporta granos en estado natural, Capeco argumentó que “el 29% de las exportaciones de soja en grano fueron realizadas por las empresas que cuentan con industrias en Paraguay, lo que demuestra que se contaba con materia prima para aumentar el procesamiento local, a pesar del quiebre de producción”.
Asimismo, el gremio agregó que el porcentaje exportado por las industrias es el mayor con relación a los últimos años, pues el 56% de la oleaginosa fue enviada como grano y el 40% como aceites y pellets.