El fuego volverá a encenderse ante la mínima ráfaga de viento -como lo ha hecho numerosas veces-, debido a la presencia de varias camadas de hojas secas altamente combustibles, que esconden rescoldos subterráneos.
Es necesario que llueva. Con esta combinación de humedad tan baja y calor tan intenso, solamente la lluvia puede resolverlo”, lamenta Silva junto al lugar donde surgen nuevas llamas, en el terreno de una posada.
Silva concentra los esfuerzos en crear un “corredor frío”, mojando la vegetación junto a un camino para evitar que las llamas “salten” al otro lado, donde se extiende un monte nativo intacto habitado normalmente por jaguares. Los peores incendios en 20 años en el Pantanal brasileño, considerado el mayor humedal del planeta, han obligado a las autoridades regionales de Mato Grosso a declarar “el estado de calamidad”. Esta situación facilita la liberación inmediata de recursos y permite solicitar la intervención de miliares. La cobertura vegetal del Pantanal ha disminuido al menos un 15% solo este año. AFP-EFE