Sucesos

“Solo espero que se haga justicia”

 

Graciela Sosa todos los días trata de sobrevivir a la tristeza en el departamento que comparte con su marido Silvino Báez en Buenos Aires, ciudad donde se radicó y formó su familia, que quedó diezmada luego del trágico suceso de Villa Gesell.

En comunicación con ÚH, agradeció el apoyo que se les da desde su país natal, Paraguay. “La verdad que espero que se haga justicia por Fernando. Esperemos que la sentencia sea justa y que le den cadena perpetua a los asesinos de mi hijo. Él se merece justicia”, expresó la mujer sin poder ocultar el dolor pero con la voz serena como alguien que sigue luchando a pesar de las adversidades.

En la última Nochebuena estaban los dos solos en casa, sin poder hablarse. Antes de las 12:00, tomó del brazo a su marido y se pusieron a rezar agarrados del rosario que les envió el papa Francisco. No hubo brindis; no hubo lugar para la alegría.

A pesar de esta angustia, la pareja tomó coraje para asistir en casi todas las audiencias que se realizaron en el marco del juicio a los ocho acusados por el crimen. “Fue muy fuerte presenciar la audiencia, ver esas imágenes de cómo asesinaron a mi hijo. Tratamos de estar con Silvino aunque haya sido muy doloroso. Vimos cómo lo emboscaron, cómo lo asesinaron; no le dieron oportunidad para defenderse mientras él imploraba piedad levantando una mano, todos les seguían dando patadas”, concluyó.

Dejá tu comentario