La sociedad civil lo hizo de nuevo. Mientras las autoridades del Gobierno y particularmente del Ministerio de Salud se pasan semanas estudiando cómo resolver el problema de la falta de concurrencia masiva de los adultos mayores a los lugares habilitados para la vacunación contra el Covid-19, tratando de implementar tardías campañas de información y motivación, un grupo familiar decidió crear un servicio gratuito para trasladar a las personas que se encuentran en la franja etaria habilitada y que no cuentan con medios para llegar hasta los vacunatorios.
En apenas un fin de semana, la familia del ciudadano Édgar Da Costa, que desde hace meses ya viene trabajando con una iniciativa llamada Padrinos para Salvar Vidas, creó el sistema denominado Padrimóvil Vac, ofreciendo a personas voluntarias con vehículos para trasladar a la vacunación a los adultos mayores que no tengan movilidad ni familiares que los puedan llevar, acercándolos hasta los lugares habilitados y luego retornarlos a sus hogares. Tienen disponible el teléfono celular (0984) 830-000 para recibir las llamadas de los interesados y a solo pocas horas de crear el servicio ya recibieron más de un centenar de pedidos.
Por ahora, el transporte lo realizan Da Costa y dos de sus hijos, en sus respectivos vehículos particulares, pero se espera que el número vaya creciendo con la adhesión de más personas solidarias. Los gastos de combustibles y otros insumos se cubren con el aporte de los llamados “padrinos”, ciudadanos que se suman con ayuda monetaria a esta cruzada.
Esta nueva iniciativa se suma a otras, como la que lleva a cabo desde hace tiempo el joven Juan Ignacio Masulli, acompañado de miembros de su familia, quienes motivados por el abandono en que se encontraban los familiares de pacientes internados por Covid-19 en precarios campamentos montados frente a los hospitales empezaron a cocinar platos de comida y acercarlos a un primer grupo.
Al ver la formidable recepción y el interés de otras personas en colaborar, empezaron a montar un sistema de acción solidaria, llegando a elaborar diariamente más de 800 platos para más de 14 hospitales, iniciativa que pronto fue emulada por otros sectores de la población.
Son gestos que rescatan el valor de la solidaridad en medio de la tragedia que golpea a un gran sector de la población.
El Paraguay vive uno de los momentos más críticos con la pandemia del coronavirus, habiendo sobrepasado la cifra de más de 10.000 muertos por Covid-19 en los últimos días, y hasta ahora es muy poca la cantidad de vacunas que pudo obtener el Gobierno de Mario Abdo Benítez por su tardía e ineficaz gestión. Pero no solamente se han conseguido pocas vacunas, sino también el proceso de administrar las dosis es sumamente lento y no llega a la reducida población meta a la que se intenta inocular en una primera etapa.
Por ello, al tener que llenar los huecos de la gestión del Gobierno, la sociedad civil pone de resalto la gran inutilidad de las autoridades, quienes deberían aprender y reaccionar, para tratar de frenar la alta racha de contagios y de muertes.