Hasta el momento los sojeros estiman una pérdida de producción de 60% respecto al objetivo inicial de 10,5 millones de toneladas. Teniendo en cuenta esta actualización de perspectivas, plantea una actualización de las flexibilidades tributarias.
“Que suspendan todos los anticipos, esperen que se cierre el ejercicio del 2022 y el que gana, cuando declara en marzo de 2023, que pague y el que no, no paga como dice la Ley, no estamos pidiendo nada fuera de la Ley”, dijo el titular de la UGP, Héctor Cristaldo.
Explicó que para los pagos de anticipo del Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), la Subsecretaría de Estado de Tributación toma como base la estimación de ganancia del ejercicio anterior, lo que en este caso es “una falacia”, ya que los rendimientos de este año arrojan hasta ahora el peor registro de la historia, desplazando al 2012, cuando se cosecharon 1.367 kilos por hectárea.
Si bien el Gobierno ya emitió entre las medidas económicas algunas facilidades tributarias, los productores que soliciten de forma individual la suspensión de pago de anticipos están sujetos a una revisión técnico jurídico de parte de la SET, que apunta a estudiar cada caso y acceder solo en las situaciones más extremas.
Sin embargo, Cristaldo argumentó que el sector necesita de flujo de caja para financiar la campaña 2022-2023 que inicia en setiembre en busca del “efecto rebote” luego de una mala cosecha. “Nuestro objetivo es generar todas las mejores condiciones para que la gente vuelva a trabajar tranquila y pueda sembrar en setiembre, porque si hacemos una mala campaña en el 2023 va a ser otro año perdido y ahí vienen las elecciones en abril, cambio de Gobierno en agosto y la siembra es el 1 de setiembre y en sus primeros 15 días, el nuevo Gobierno no va a hacer nada, entonces el 2024 va a ser otro año perdido si las condiciones son difíciles y recién en el 2025 vamos a tener la recuperación económica”, remarcó.
En ese sentido, la UGP prevé presentar esta propuesta en la siguiente reunión que mantenga con representantes del Gobierno. La intención, según el gremio, es dar tranquilidad a los pequeños, medianos y grandes productores para seguir trabajando en el campo y lograr la consolidación económica en el 2023.
Avanza cosecha. En el Sur del país la recolección de granos llegó al 80%, mientras que en el centro alcanzó el 70% y en el norte, que está más atrasado, pero que tiene oportunidad de mejores rendimientos, los trabajos avanzaron entre 30 y 35%.
En simultáneo los agricultores que fueron beneficiados con lluvias en sus fincas están sembrando semillas de soja y maíz zafriña, en un intento por mitigar sus pérdidas.
Medidas vigentes por la sequía
Para apoyar a los productores afectados por la sequía, el Gobierno emitió una serie de medidas económicas, que incluyen facilidades de pagos de préstamos e impuestos.
El Banco Central del Paraguay estableció mediante la Resolución N° 14 la interrupción del cómputo de plazo de mora, que ayudará en las financiaciones o refinanciamientos que se puedan hacer dentro del sistema financiero, aplicando las garantías originalmente constituidas. Todo este proceso sin perder la categoría de riesgo.
El Ministerio de Hacienda decidió postergar los vencimientos de los anticipos relacionados al IRE, Simple y la posibilidad de presentar solicitudes de suspensión de estos pagos.
Por su parte, el Banco Nacional de Fomento cuenta con una línea de créditos de USD 70 millones para el sector agropecuario afectado por la sequía, mientras que la Agencia Financiera de Desarrollo pone a disposición USD 100 millones a través de financieras y cooperativas.
Las Cifras
60
por ciento es la merma estimada de la producción de soja de la campaña 2021-2022, de acuerdo al monitoreo de la UGP.
2.000 millones
de dólares menos podrían ingresar a través del sector granelero este año como consecuencia de la sequía.