“Estaba recorriendo el asentamiento y encontré el caso. Me tocó el corazón porque estaba cocinando mandioca para comer”, cuenta el comisario principal Daniel Ávalos, jefe de la Comisaría 5ª.
La policía recorrió el asentamiento para verificar la situación de los hogares. La cuarentena en tiempo de crisis pasa la factura y el hambre ya se apodera de los asentamientos campesinos.
POLISOLIDARIOS. Por ello, un grupo de policías de Hernandarias hizo una colecta y repartió 50 kits de alimentos a los pobladores de los asentamientos Ka’avo Rory y 13 de Julio, de Hernandarias, ubicados detrás de una conocida tabacalera.
Ellos ya están pasando hambre porque no pueden trabajar debido al cese de las actividades por la cuarentena. Gran parte de la población son trabajadores informales, vendedores ambulantes, albañiles, limpiadores, entre otros.
“Son gente de muy escasos recursos que vivía de la actividad diaria, como la venta de yuyos y billetes de bingos, pero ahora no están trabajando o sus ventas cayeron porque no hay movimiento de personas”, señaló.
El comisario principal Daniel Ávalos dice que la situación de extrema pobreza de los pobladores les afectó emocionalmente y que por ello organizaron la colecta para pasarles una mano a quienes ya tienen hambre. “El policía es un mal necesario muchas veces”, señala.
TIEMPO DE CUARENTENA. Mientras se espera que el Gobierno Nacional entregue la trasferencia monetaria a las familias en extrema pobreza, el hambre no puede esperar. La historia se repite en un asentamiento de Minga Guazú.
El suboficial Gilberto Frutos, agente de la Comisaría 8ª de Minga Guazú, y su esposa Celina González recolectaron alimentos donados por vecinos y los entregaron a personas en situación de pobreza del kilómetro 24 Monday de Minga Guazú.
En este sector hay mucha necesidad –dice– y que por su situación de agente policial conoce. El agente recorre los barrios con su esposa Celina González para entregar las donaciones de sus amigos.
El confinamiento se vive en los asentamientos, hacinados, y muchas veces sin nada para comer. La solidaridad está salvando a personas que ya pasan hambre.
PLAN DE CONTINGENCIA. El paro sanitario será hasta el 12 de abril como medida de contingencia ante la emergencia por el coronavirus (Covid-19). Ante este panorama, la Municipalidad de Hernandarias recurrió a un préstamo de G. 1.500 millones para ayudar a los pobladores. El intendente Rubén Rojas dijo que la ayuda del Gobierno podría no llegar a todas las familias en Hernandarias y por ello prevén un plan B.
Un total de 12.000 familias que viven en condiciones de vulnerabilidad, de los 110.000 habitantes que tiene el distrito de Hernandarias, recibirán los víveres. La cuarentena para evitar la propagación del coronavirus afectó directamente las recaudaciones. Por ello se recurre al préstamo.