La producción de soja va mejorando en Agua Dulce, donde también opera un silo. La localidad ahora se prepara para la construcción de una fábrica de balanceados a fin de proveer de alimentos a los animales de la zona, pero la falta de energía eléctrica sigue siendo un gran obstáculo.
El productor Ariel Menegat está logrando un rendimiento de entre 2.500 y 3.000 kilos por hectárea en una superficie de 3.000 hectáreas. Esta campaña es mejor que la anterior y es que aún está en una etapa de pruebas para analizar el comportamiento de la soja en el suelo de Agua Dulce, donde de esta forma se va integrando la agricultura a la zona ganadera.
A diferencia de su producción en Canindeyú, en el Chaco tiene un solo periodo de cultivo. Los granos cosechados los destina completamente a la exportación, pero el gran objetivo es que “Agua Dulce consuma lo que produce”.
En ese sentido, proyecta la construcción de una fábrica de balanceados para proveer de alimentos a los animales de la zona. El área elegida se encuentra pegada al silo que ya había instalado y que tiene una capacidad de 4 millones de kilos.
Sin embargo, una inversión de este tamaño necesita de la provisión de energía eléctrica y hasta ahora solo dispone de generadores a diésel.