Un buen equipo se construye con un buen arquero, máxima que tiene Troadio Duarte para armar sus oncenos. Además del experimentado Ignacio Don, sigue contando con Héctor Espínola, arquero que viene desde la Intermedia con el equipo guaireño, y que ayer estuvo notable en el primer tiempo, sacando balones que iban al gol.
En la complementaria, Troadio ajustó las marcas y no sufrió en demasía; es más, Guaireña jugó con la desesperación del rival tras el gol de Alborno, que llegó por una desatención de la defensa de Nacional que no logró despejar un córner en contra, pecado capital.
La Academia intentó por muchos medios, pero la falta de claridad en la definición y la muralla Espínola no dejaron que el empate llegue.
Guaireña se consolida como equipo complicado, que se abroquela bien y sabe jugar de contragolpe, así amargó a Olimpia, amargó a Cerro y ahora le tocó a Nacional, una nueva víctima.
Una desatención
Carlos Arrúa, volante de la Academia, acusó el error que le costó la derrota a su equipo. “Nos falta embocar, creo que en todos los partidos salimos de la mejor manera, pecamos en ir adelante y descuidar la defensa”, apuntó.
Luego agregó en su análisis: “Prácticamente no tuvimos errores, Guaireña se tiró atrás, el gol de ellos llega por pelota parada y una desatención nuestra”.
Héctor Espínola
El guardameta albiceleste tuvo tapadas brillantes, mantuvo la resistencia de su equipo y el arco en cero.
6
goles en la Primera División del fútbol paraguayo alcanzó Rodrigo Alborno en un total de 69 partidos jugados.