Los fiscales Humberto Houdin y Joel Cazal llegaron hasta una matadería para excavar un pozo, donde tenían información de que habrían escondido a la mujer.
Bomberos Voluntarios de la ciudad de Itá trabajaron durante muchas horas para remover la tierra en un depósito destinado a la eliminación de restos de animales faenados.
El sitio pertenece a César Brítez, con quien la desaparecida mantenía una relación de amistad, según información que manejan los intervinientes.
Como en los procedimientos anteriores, no pudieron encontrar a la mujer, pero sí se incautaron de varios elementos, como un aparato celular, un arma de fuego tipo revólver Amadeus Rossi calibre 22, largo niquelado, un automóvil de la marca Nissan, color gris oscuro.
“Queremos mantener en reserva la investigación. Preferimos no mencionar muchos datos hasta tener más evidencias”, explicó el fiscal Cazal, que integra el equipo de investigadores a pedido de la fiscala general del Estado.
Junto a ellos trabajan policías del Departamento de Antisecuestro, de Investigación de Delitos del área Central, de Antitrata de Personas y de la Comisaría 46ª Central.
La Policía detuvo por este caso a Joel Guzmán Amarilla Jara, concubino de la mujer, que ya fue enviado a una penitenciaría.
El hombre puso a disposición su teléfono celular y afirmó que no tiene responsabilidad en el hecho.
Cuando allanaron su vivienda, los investigadores hallaron restos de sangre, pero Joel sostuvo que se trata de sangre de animal, ya que él trabaja en un lugar donde se crían y faenan pollos.
DESESPERADOS. Los familiares de Dahiana acompañaron los procedimientos realizados por los fiscales y no ocultaron su desesperación por no tener noticias de la mujer, que fue vista por última vez el viernes 18 de setiembre.
Su padre Juan Ignacio Espinoza afirmó a los medios que teme que haya pasado lo peor con su hija y manifestó sus sospechas hacia la pareja de la mujer, que ya tiene antecedentes por violencia familiar, según indicó.