Riolo Alvarenga. “Se fue uno de los más grandes trombonistas de América, reconocido en varias partes del mundo. Caminamos juntos desde el año 87 cuando formamos el Asunción Jazz Quintet. Con Remigio perdimos a un gran compositor y sobre todo arreglista. A parte del trombón, tocaba la trompeta, guitarra, bajo y piano. Era un instrumentista completo”, comenta Riolo Alvarenga.
Gustavo Luque. “Realmente siento que sin Remigio hoy no tendríamos un Conamu, y, por consecuencia, tampoco una carrera de música. Su aporte fue muy grande o por lo menos no tendría hoy la trascendencia que tiene, generaciones de músicos le deben muchísimo”, menciona Gustavo Luque.
Fernando Acevedo. “Adiós, Remigio, gracias por cobijarme tantos años con tus enseñanzas, por seguirme en cada paso, por ser como un pupilo tuyo, queda en mi corazón todas esas palabras en guaraní que me enseñabas, los retos porque te daba el trombón con la vara sucia, o improvisaciones alocadas que hacía, como así también esos abrazos cuando lograba cosas nuevas”, recuerda en su homenaje uno de sus alumnos.