Las críticas se centraron contra el titular del Instituto de Previsión Social (IPS), Andrés Gubetich, así como el Consejo de Administración.
El colorado abdista Martín Arévalo considera que hubo un mal procedimiento respecto a los médicos que fueron descontratados.
Sobre el software, sugirió la revisión por parte de las autoridades del Gobierno para que puedan determinar si corresponde o no.
Para Hugo Richer, del Frente Guasu, llama muchísimo la atención y al mismo tiempo genera sospechas. Trajo a colación que justamente la citada licitación había sido duramente criticada.
En cuanto a la descontratación del personal de blanco, calificó como un despropósito y falta de ética.
Jorge Querey, también del mismo bloque político, en su condición de médico terapista, manifestó su repudio al despido de los profesionales en plena pandemia.
Sostuvo que la adquisición de un software no es una prioridad ni una necesidad urgente, y que desde la Comisión Permanente se harán los pedidos de informes.
El colorado Enrique Bacchetta cree que es una medida desatinada despedir a especialistas y considera inadecuada la compra de un software.
Hizo hincapié en que la necesidad se centra en la compra de insumos y en conseguir las vacunas para empezar a inmunizar a la gente.