Recordó las recomendaciones por parte de organismos internacionales de derechos humanos, que durante su gestión se bajó de categoría A a la B en esa materia.
Cuestionó que a pesar de la advertencia se volvió a reelegir en el cargo a “este impresentable con aire de prepotente y desubicado”.
“Presenta desequilibrios emocionales. A los maltratos a funcionarios se suman las denuncias sobre uso indebido de bienes del Estado y el cobro irregular a unos 4.000 objetores de conciencia, pese a no estar habilitado”, refirió.
“Antes de su reelección, habíamos instado a los diputados que tengan en cuenta el perfil que debía ocupar la titularidad de la Defensoría del Pueblo”, recordó.
“Bajó la calificación de Paraguay de categoría A a la B. Literalmente a la B. El país no se ha adecuado a estándares internacionales”, indicó.
“Se observó que el proceso de designación no fue amplio ni transparente. Evidentemente, la Cámara desoyó, tanto nosotros, y la Baja las recomendaciones que se hicieron”, manifestó.
“El defensor del Pueblo es un comisionado parlamentario para la defensa de los derechos humanos, canalización de reclamos populares (...) En ningún caso tendrá una función judicial. En nada representa”, dijo por Godoy.
“Desde esta banca, creemos que hay suficientes causales para que se le destituya. No debió ser electo ni reelecto nunca. Representa a una de las tantas cosas que debemos extirpar. Solo sirve para desangrar el Estado. No tiene idea de lo que es estar al servicio de la gente”, indicó.