El senador liberal Dionisio Amarilla sigue insistiendo en que no hizo uso indebido de influencias ni tampoco tuvo que ver con el intento de soborno al periodista Juan Carlos Lezcano.
El parlamentario aseguró que lo atacan “por ser un líder emergente que no se arrodilla ante el partido”.
Felicitó al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, por haber cancelado la licitación sobre el servicio de seguridad para el IPS, y “que se baraje todo de vuelta”.
“Voy a seguir contando lo que conté desde el inicio, que yo no participé de ningún soborno como quieren plantear”, manifestó.
Indicó que es la productora María Luz Peña la que transportó los valores y entregó a Lezcano, y, por lo tanto, ella es la que tiene que explicar.
“Cuando estuvimos en esa mesa, donde acompañé a mi amigo Chamorro, a quien nunca negué, no se habló del IPS, no se habló de licitaciones de seguridad”, indicó Amarilla.
“No lo conozco al presidente de IPS, no le conozco a la gente de su consejo. Al único que lo conozco es a Velázquez, que es mi compueblano, ex senador, pero hace rato que no hablo con él”, remarcó en su defensa.
“No sabía siquiera los detalles de esa licitación, aunque se haya publicado en un medio de comunicación, que hace rato no leo”, señaló.
Al ser increpado por los periodistas, dijo que estaban faltando a la verdad y que no necesita influenciar en “ese muchacho”, con relación a Lezcano. “Me enteré en estos días de que había sido tiene antecedentes no santos. No goza de mucha fama”, indicó.
Sostuvo que no tiene nada que esconder, y que además del tráfico de influencias también hay inhabilidades, en la que incurren varios de sus colegas, pero no dio nombres porque “no soy carroñero”.
Dijo que obtuvo más de 100.000 votos en las internas de su partido, que denunció el fraude del tribunal electoral efrainista, y que hace su trabajo “de manera honesta y transparente”. Insistió en que quería darle una trompada a Lezcano cuando lo vio.