19 jun. 2025

Semana Santa: tiempo para renovar la fe y las tradiciones

Cientos de miles de paraguayos renovaron su fe en esta Semana Santa caracterizada por las procesiones, escenificaciones de la vida y obra de Jesucristo, y por las festividades y reencuentros familiares. FOTO: René González.

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Foto: René González.

16:25-07/04/07

Asunción (EFE)

Entre las principales demostraciones de devoción de los católicos paraguayos se destaca la tradicional procesión nocturna de tres kilómetros, iluminada con cinco mil antorchas y quince mil candiles, que se lleva a cabo el Viernes Santo en la localidad de Tañarandy (tierra de los irreductibles), a 260 kilómetros al sur de Asunción.

Este año, y como en los anteriores, miles de niños, jóvenes y adultos realizaron esa caminata, que atrae visitantes tanto nacionales como extranjeros y que recrea el vía crucis.

Esa procesión, que se inicia en las primeras horas de la noche y cuyo efecto visual deslumbra a los participantes, es acompañada además por los “estacioneros”, grupos de devotos que portan cruces y que rezan y cantan alabanzas durante toda la ceremonia.

El artista Koki Ruiz, precursor desde hace quince años de esa actividad en Tañarandy, dijo a periodistas que el compromiso de organizar cada vez mejor esa ceremonia, con el apoyo de la comunidad, radica en la vigencia que ha cobrado, tanto para los paraguayos como para los turistas.

Otra de las tradicionales procesiones de Semana Santa es la que realizan, también el Viernes Santo, los pobladores de la ciudad de Yaguarón, en el departamento de Paraguarí y al sureste de Asunción, quienes ascienden hasta la principal colina de la ciudad para orar y recrear el vía crusis.

Los paraguayos también se abocaron a la festividad del Jueves Santo, en la que se celebra el familiar “Karú Guasú" (Última Cena, en guaraní), que en todas la mesas tradicionalmente incluye carne asada y “chipa”, el popular pan paraguayo de almidón de mandioca y queso.

Además, la carne bovina, de cerdo y de ave, y la no menos tradicional sopa paraguaya (tarta salada de harina de maíz), constituyen la base de las bandejas introducidas en el “tatakuá", horno de barro, por estos días santos.

En hogares donde se preserva la tradición, los panes de “chipa”, que varían según su forma y figura, son cocidos en hojas de banano.

Por otra parte, las calles de Asunción quedaron prácticamente vacías en estos días y la mayoría de los centros comerciales permanecieron cerrados, ya que en los días previos al Viernes Santo gran cantidad de capitalinos se trasladaron hasta el interior del país para reunirse con sus familiares.

Asimismo, la actividad conocida como “Pascua Joven”, o campamentos de varios días en el que miles de jóvenes y niños son invitados a reflexionar y a orar sobre la doctrina cristiana en sus diferentes parroquias, cobró particular vigencia este año.