Los daños son ya irreversibles, según el informe de los productores, teniendo en cuenta que varios rubros como el maíz están con gran afectación, y sostienen que necesariamente se deberá apelar a la resiembra. A este panorama se asocia la gran quemazón de los campos en todo el departamento. Otros rubros agrícolas manifiestan igualmente reducción en su crecimiento.
El sector pecuario comienza a sentir los efectos del clima, los ganaderos en algunas zonas cuentan aún con aguadas para el ganado, el contratiempo es la pérdida de las praderas naturales y las pasturas que se están secando. “De extremadamente grave”, calificó el intendente Leonardo Barrios, del distrito de General Díaz, refirió que el 90% de lo sembrado ya se perdió. Sostuvo que los cultivos para el sustento familiar como, batata, mandioca, maíz y poroto se están secando por la falta de humedad en el suelo.
La extraordinaria bajante del río Paraguay presiona sobre los afluentes y arroyos de esta zona, muchos de estos muestran solo un hilo de agua en su cauce, otros están totalmente secos. Se corre riesgo de sobrepasar la franja grave por la sequía en una semana en Ñeembucú, teniendo en cuenta que la región soporta la ausencia de lluvias importantes. JJB