Intentaron mucho, pero generaron muy poco en ofensiva. Por ello, el empate sin goles terminó siendo el resultado más justo en el duelo entre Luqueño y Sol de América, en Tuyucuá.
Entre ambos fue el conjunto unicolor el que mostró mayores recursos para controlar y manejar el balón. Con Jorge Mendoza como organizador, Pardo y Jourdan colaborando por los costados, el Danzarín manejó mejor las acciones de forma colectiva, pero careció de profundidad para lastimar el fondo Auriazul.
En cuanto al equipo de Roberto Torres, a este le costó mucho encontrar juego asociado cada vez que buscaban pasar a posiciones ofensivas. Richard Salinas estuvo muy solo y poco alimentado, pues Armoa y Moreira no marcaron diferencia en el mano a mano. Entre los dos, el brasileño fue el que más intentó, pero por momentos abusó con las intervenciones individuales.
más presencia. Los cambios realizados por los entrenadores no tuvieron el impacto que tal vez buscaron. El ingreso de Walter Rodríguez inyectó un poco más de dinámica al equipo que ayer hizo de local en el Nicolás Leoz, pero no pudo sacarle un mejor provecho cada vez que el volante zurdo ganaba terreno por izquierda.
Sobre el final, los de Sanguinetti tuvieron dos jugadas muy claras de gol, producto de salidas rápidas en contra. En ambas aparecieron las manos seguras del portero Marino Arzamendia para sostener la paridad.
Más peleado que bien jugado, así finalizó un duelo donde ambos se llevaron un justo empate.