El primero de los tres debates presidenciales que están previstos antes de las elecciones del 3 de noviembre se celebrará en Cleveland, en el estado clave de Ohio, y durará 90 minutos sin pausas publicitarias.
ASUNTOS EN DISCUSIÓN. Habrá seis temas sobre la mesa: el historial político de ambos candidatos; el Tribunal Supremo y la nominación de Trump de una nueva juez para esa corte; la pandemia del Covid-19; la economía; el racismo y la violencia ciudadana; y la integridad de las elecciones, según ha desvelado el moderador, el periodista Chris Wallace.
Cada asunto se debatirá durante quince minutos, y el moderador tendrá el reto de evitar que la discusión se salga de los temas previstos y que los ataques se vuelvan demasiado feos o personales, dado que tanto Trump como Biden son propensos a lanzarse al barro cuando alguien les desafía.
“Espero no morder el anzuelo y meterme en una pelea con este tipo. Va a ser difícil, porque creo que va a estar gritando”, afirmó Biden durante un acto virtual.
BELIGERANTE. Todos los observadores consultados por Efe esperan un debate “beligerante”, en palabras de Alan Schroeder, profesor de la Universidad Northeastern y experto en debates televisados.
“A los dos candidatos les cuesta contener sus emociones, y creo que las cosas se pondrán feas, especialmente en el caso de Trump, cuyo estilo se basa en insultos y burlas de patio de colegio”, resumió Schroeder.
Las semanas previas al debate han sentado el tono para la cita: Trump ha acusado a Biden de drogarse para mejorar su actuación y ha pedido sin éxito que se les someta a ambos a test antinarcóticos antes del encuentro; mientras que el candidato demócrata se ha mofado del presidente por su lentitud al bajar de una rampa en junio.
La animadversión entre ambos es tal que Biden ha llegado a referirse a un posible debate en términos literalmente pugilísticos: “Me preguntaron si yo debatiría con este caballero, y respondí: ‘Si estuviéramos en el instituto, le llevaría detrás del gimnasio y le daría la paliza de su vida’”, dijo en tono de broma en 2018.
Jennifer Mercieca, una experta en retórica política de la Universidad de Texas A&M, cree que el debate de Cleveland será “aún más combativo” que los que Trump mantuvo con Hillary Clinton en 2016.