Los servicios sanitarios de Paraguay y Mato Grosso actualizaron ayer sus protocolos, uno de ellos relacionado con la exportación de animales vivos, así como productos y subproductos de origen animal.
Al respecto, el presidente del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), José Carlos Martin, dijo que el encuentro fue uno de los más provechosos desde el aspecto operativo y técnico, pero afirmó que le sorprendió el anuncio del titular de la Agencia de Defensa Sanitaria Animal y Vegetal, Daniel Ingold, quien comunicó que Mato Grosso adelanta para este año sus intenciones de obtener la certificación de estado libre de aftosa sin vacunación, un estatus diferente al de Paraguay y que, de confirmarse, significará que los protocolos compartidos perderán vigencia. Es decir, no se podrá exportar ganado, debido a una barrera sanitaria. Este paso, que aún depende de la aprobación del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento del Brasil y de auditorías, estaba previsto recién para el 2023, en el marco de la campaña del país vecino de ir abandonando gradualmente las inmunizaciones.
SITUACIÓN ACTUAL. Sobre la posibilidad que tienen los ganaderos de exportar animales vivos, Martin dijo que si bien está habilitado desde el punto de vista sanitario y hasta que Mato Grosso cambie de estatus, la autorización depende de la voluntad política de ambos países. En el caso de Paraguay, la decisión está a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería, que deberá analizar el pedido de los productores paraguayos y de los frigoríficos brasileños que argumentan una escasez de bovinos.