Los obispos cuando alcanzan la edad de 75 años deben renunciar obligatoriamente a su oficio ante el Sumo Pontífice, según lo establecido en el canon 401 del Derecho Canónico.
En los próximos meses, los obispos de San Lorenzo y de San Juan Bautista, Misiones, así como el arzobispo de Asunción alcanzarán la edad de la renuncia obligada como prelados. Sebelio Peralta, de San Lorenzo, cumplirá 75 años el 19 de setiembre, un día después también monseñor Pastor Cuquejo, de Asunción, y el 22 de octubre, Melanio Medina.
La lista de candidatos para los obispados cuyos prelados culminarán su labor al cumplir 75 años todavía no se hace pública. Salvo en el caso de Asunción, que cuenta con obispo auxiliar; se trata de Edmundo Valenzuela y es casi un hecho que se dé su nombramiento.
Jubilados. En el caso de la Diócesis de Encarnación, monseñor Ignacio Gogorza y su auxiliar Claudio Silvero tienen ya 77 y 78 años. Gogorza presentó su renuncia hace tres años, comentó ayer, y espera reemplazante.
“Me siento bien como obispo, estoy esperando a mi reemplazante hace tres años. No se ha nombrado todavía, espero que muy pronto sea. No sabemos todavía quién será, eso depende del Papa directamente, sabremos el día en que salga el nombramiento, entre tanto, hay que esperar”, dijo el religioso, que encabeza la diócesis de Encarnación hace diez años y lleva 53 como sacerdote.
“Cuando encuentren mi reemplazante me voy a quedar en Paraguay”, detalló el obispo español, que hace más de tres décadas reside en el país. El canon 402 establece que el obispo a quien se le haya aceptado su renuncia conserva el título de obispo dimisionario de su diócesis y si lo desea puede seguir viviendo en ella.
Decisión. Una semana atrás, el nuncio apostólico Eliseo Ariotti había explicado antes de viajar al Vaticano que el Papa ofrece un sucesor al obispo jubilado una vez que tiene un sacerdote preparado para guiar a la diócesis.
“Estamos reflexionando quién puede relevar a Gogorza y a su auxiliar. Los nuncios tenemos derecho a hacer investigaciones para la famosa provista y terna, pero es el Papa quien decide”.