El presidente Jair Bolsonaro entregó ayer personalmente al Parlamento una propuesta de reforma del régimen de jubilaciones y pensiones, según la cual el Estado se ahorrará por ese concepto unos 265.000 millones de dólares en diez años.
Bolsonaro, quien evitó contacto con los periodistas, se dirigió al palacio legislativo junto con algunos de sus ministros y entregó el proyecto de reforma a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, y del Senado, Davi Alcolumbre, que se comprometieron a intentar que el texto sea aprobado este mismo año. Uno de los puntos más novedosos de la propuesta es establecer una edad mínima para acceder a la jubilación, un requisito que hasta hoy no existe en Brasil y que pasaría a ser de 62 años para las mujeres y 65 años para los hombres.
Según las normas actuales, las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35, lo cual facilita que haya quien se retira con apenas 50 años de edad.
De acuerdo con los cálculos del Gobierno, el sistema entró en colapso y presiona un creciente déficit fiscal, que el año pasado fue al 7,09% del producto interno bruto (PIB) y que se prevé que será similar este año. En el proyecto presentado por Bolsonaro al Parlamento, el cálculo del Ministerio de Economía apunta a que las nuevas normas permitirán al Estado un ahorro por concepto de jubilaciones equivalente 265.000 millones de dólares en una década. EFE