En sesión extraordinaria de la Cámara Alta, la que fue llevada a cabo de manera virtual, los senadores aprobaron los cambios realizados esta semana en la Cámara Baja, para distribuir los royalties.
De este modo, resolvieron que el 40% del dinero proveniente de Itaipú vaya a gastos corrientes, otro 40% para compra de víveres y el restante 20%, a gastos de capital. No prosperó la versión del Senado, que estipulaba 50% del total sea para gastos corrientes.
En relación a la ley vigente, la presente normativa robustece el control de los royalties en manos de intendentes y gobernadores, dado que antes se permitía que los gastos corrientes solamente vinculados a los gastos de capital sean en un 10% en municipios y para las gobernaciones en un 20%.
En medio de la pandemia, el Ejecutivo elaboró un plan piloto que solicitaba que en el presente ejercicio el 50% de los royalties vaya para el Ministerio de Salud, lo cual en todo momento había sido criticado por los congresistas.
UNÁNIME. De vuelta el fundamento para sancionar la ley fue que los cambios derivan en que sean las economías locales las que se beneficien, aunque no tuvieron en cuenta que dejaron al arbitrio de intendentes realizar compras directas.
“Es para no ser clientes cautivos de cadenas de supermercados, farmacias como uno ve pasa en el programa Ñangareko, que se hace de manera a atar a ciertos comercios. Ahora instamos a que el dinero se gaste de negocios locales”, refirió el senador Víctor Ríos.
A su turno, el senador colorado Derlis Osorio señaló que si el propósito era que ni intendencias ni gobernaciones manejen recursos por tener manejos dudosos, recordó que “no es exclusividad” de los gobiernos descentralizados la corrupción y apostó por la descentralización.
La senadora Georgia Arrúa dijo que para que no se pierda el control de los recursos debe revitalizarse las contralorías ciudadanas.
El proyecto pasa al Ejecutivo para su promulgación o veto.