El hacinamiento, la precariedad en las instalaciones eléctricas, la falta de desagües cloacales y pluviales, el caos en el tránsito y, sobre todo, las denuncias de corrupción son realidades que se imponen en los mercados municipales de las grandes ciudades del país. Tal es el caso de la populosa zona comercial de San Lorenzo.
El problema en el área comercial es además que desde la Municipalidad solo reconocen como parte del Mercado Municipal a cerca de 713 locales que se encuentran dentro del establecimiento ubicado sobre la calle General Caballero, no así a los puestos instalados en las diferentes veredas en las manzanas adyacentes.
En teoría, este grupo de vendedores informales que se encuentran en las veredas no pagan canon; sin embargo, se habla de las ventas irregulares de estos espacios de la vía pública, según confiesan algunos de los vendedores que trabajan en las aceras.
“Todo lo que sería dentro del tinglado es lo que corresponde al Mercado Municipal. La gente de la calle ya no. Ellos tienen una comisión de vendedores informales, tienen su personería jurídica. Entonces cuando va a ocurrir un desalojo se abroquelan todo, tocan varias puertas, y no se llega a nada”, señaló el administrador del mercado, Fernando Ayala.
Hace varios años que desde esta asociación de vendedores informales realiza movilizaciones en contra de desalojos y pide que se concrete la reubicación en un lugar adecuado donde no se resientan las ventas. Afirman que existen comerciantes que llevan más de 40 años en las arterias sanlorenzanas, por lo que consideran injusto querer desalojarlos sin darles una alternativa válida.
Desorden
Varias de estas calles son de amplia circulación ya que son áreas de entrada y salida de transportes públicos de corta, mediana y larga distancias, además de todo tipo de vehículos. Por ello el caos en las estrechas arterias es persistente.
Los transeúntes además deben circular con dificultad en el poco espacio que queda en las veredas ante el despliegue de mercaderías existentes, o directamente optar por caminar sobre la arteria entre los rodados.
Pedido de mejoras
Dentro del tinglado municipal los vendedores, que pagan un canon diario de G. 2.000 y G. 105.000 anual, exigen mejoras en la estructura. La necesidad más urgente ahora es la instalación de un sistema de prevención de incendio, refieren las principales representantes de permisionarios: Zully Benítez y Ernesta Alfonso. Esperan que el nuevo intendente, Felipe Salomón, pueda concretar el anuncio de la reestructuración para prevención de siniestros.
Para este proyecto se anuncia el análisis con especialistas de siniestro, cuerpo de bomberos y la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).
Dentro del emblemático local comercial se abastecen de aguas subterráneas, por lo que las trabajadoras señalan como clave reacondicionar de manera adecuada las instalaciones del pozo artesiano para el uso sostenible.
En segundo lugar, las comerciantes señalan la necesidad de obras de desagüe pluvial y cloacal en el sitio. Además de una refacción general en los bloques.
“Varias de las mejoras fueron por autogestión que realizamos entre los comerciantes. Nosotros somos los que presentamos los proyectos porque si vamos a depender de las autoridades no se avanzará”, señaló doña Ernesta.
Benítez, por su parte, destacó que reciben apoyo de la Universidad Nacional de Asunción. A través de extensiones universitarias, dijo que se realizan estudios de la situación del mercado, lo que ayudó a llevar a cabo acciones de mejoras. Tras el estudio del impacto de la dispersión de monóxido por el uso de brasero en el bloque de la cocina, aseguró que lograron que se elimine esta forma de cocción, que además representaba un riesgo de eventuales incendios.
Planillerismo
Las permisionarias denunciaron que dentro del mercado existen personas acomodadas por políticos sin cumplir funciones específicas. Este hecho, afirman, repercute en la falta de inversión en el centro comercial.
“La necesidad urgente es que vayan programando la parte de recursos humanos porque últimamente hay muchos planilleros. Y esos salarios podrían destinarse en mejoras del mercado. Necesitamos tantas cosas. Aquí tenemos al menos 62 planilleros. Ellos no conocen el mercado pero nosotros sí les conocemos. Vienen, marcan y se van”, aseveró Benítez.
El proyecto a corto plazo que es urgente concretar es el sistema de prevención de incendios y luego la reestructuración de los bloques. Ernesta Alfonso,
permisionaria.
A nivel de mercado tenemos al menos 62 planilleros. En vez de esos salarios se podrían hacer mejoras que tanto se necesitan. Zully Benítez, permisionaria.