27 may. 2025

Salud quiere poner control a un fármaco para la obesidad

Se trata de la sibutramina, que actualmente es de venta libre. La FDA, de EEUU, ya anunció su retiro del mercado. En Argentina acaba de prohibirse su comercialización por posibles efectos en cardiacos.

farmaco para la obecidad

En una época en que bajar de peso se convierte en una obsesión para muchos hombres y mujeres, poner al alcance de cualquier persona un medicamento cuyos efectos para reducir el apetito son conocidos, puede ser peligroso.

Este es uno de los motivos que llevó a la Dirección de Vigilancia Sanitaria, del Ministerio de Salud Pública, a tomar la decisión de que la sibutramina, un fármaco para la obesidad, deje de ser de venta libre, para convertirse en un medicamento de comercialización controlada. Es decir, solo podrá venderse bajo receta archivada.

Pero el principal motivo por el cual Salud Pública tomó esta determinación, es que tanto la Agencia de Control de Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) han prohibido recientemente la comercialización de esta droga.

A ellos se sumó, el jueves de esta semana, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), de Argentina, que también decidió retirar el medicamento del mercado.

RIESGO CARDIACO. La piedra del escándalo fue un informe publicado en setiembre pasado por la revista New England Journal of Medicine, sobre los resultados de un estudio de seguridad (SCOUT), que se realizó sobre una población de pacientes con sobrepeso u obesidad, y con antecedentes de enfermedad cardiovascular y/o diabetes mellitus tipo II.

Ese trabajo concluyó que aquellos que recibieron sibutramina aumentaron en un 16% el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares serios (incluyendo infarto de miocardio no fatal, accidente cerebrovascular no fatal, reanimación después de episodios de paro cardiaco y muerte), en comparación con el grupo que recibió un placebo.

ESTRICTO CONTROL. Según Campuzano, de Vigilancia Sanitaria, la sibutramina es un producto con relativa eficacia, pero tiene que estar bajo estricto control médico.

“El problema es que al no tener un control efectivo sobre su venta, no se usa solamente para combatir la obesidad, sino que muchos lo utilizan para bajar de peso. Entonces, hay un margen de usuarios, sobre todo mujeres jóvenes, que lo utilizan para perder peso, sin ningún control. Y esto puede traer como consecuencia reacciones sobre el sistema nervioso central”, comentó el asesor farmacológico.

Sin embargo, la decisión del MSP de Paraguay no fue tan drástica como en otros países, ya que solo apunta al control de la venta.

“Realmente amerita un retiro”, reconoce Campuzano. “Pero acá se hizo una evaluación previa y se vio que es prácticamente el único fármaco antiobesidad de uso permitido y de acción central, que queda en el país, porque los demás ya se retiraron todos. Y al ser el único, si nosotros damos la orden de retiro, nos quedamos sin fármaco para combatir la obesidad”, explicó.

No obstante, dejó latente la posibilidad de ir más lejos con la restricción. “Yo creo que a largo plazo vamos a terminar retirando del mercado también”, dijo.

La sibutramina se comercializa en el país en dos concentraciones, 10 y 15 mg.

EXCEDIDOS DE PESO

Según datos de la Sociedad Paraguaya de Estudios de la Obesidad, el 32% de la población paraguaya sufre de sobrepeso y otro 32%, de obesidad.

Las personas obesas tienen más propensión a padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes mellitus y de desarrollar alguna clase de cáncer, entre otras consecuencias para la salud.

La sibutramina es un supresor del apetito que actúa como anorexígeno, regulando centros cerebrales específicos.

Según algunos estudios, puede generar riesgo cardiaco.

“NOS VAMOS A QUEDAR SIN ARMAS”

“Si el Ministerio de Salud me pide una opinión como profesional, yo no suspendería la venta de sibutramina, porque en Paraguay no hay otros medicamentos para combatir la obesidad”, manifestó la presidenta de la Sociedad Paraguaya de Estudios de Obesidad (SPEO), doctora Cristina Jiménez. “Si retiramos del mercado, nos quedamos sin armas para luchar contra una enfermedad que va en aumento”, afirmó.No obstante, la doctora está de acuerdo con que la droga “tiene que ser suministrada bajo indicación médica y con un estricto control profesional, para que no haya sorpresas”.