Christian Vera, representante de las 20 empresas que conforman la Asociación Paraguaya de Operadores de Juegos de Azar, expresó que muchas actividades más riesgosas ya volvieron a activar durante la presente fase 3, mientras que los casinos no tienen fecha para volver, lo que les parece injusto, teniendo en cuenta de que se trata de una actividad mucho más segura que varias aprobadas para su vuelta por el Ministerio de Salud. “Realmente es angustiante ver cómo operan en forma ilegal algunas salas de las periferias, mientras a nosotros que tenemos 4.000 empleados formalizados, inscriptos en IPS, no podemos aún reabrir nuestros locales”, se quejó Vera.
El empresario indicó que, incluso, el retraso de este pequeño sector formal que aporta en impuestos está poniendo en riesgo la asistencia que brinda una institución de beneficencia como la Dibén, cuyo presupuesto depende exclusivamente de los recursos provenientes de los tributos pagados por los casinos.